Cerca de un millar de cristianos ortodoxos procedentes de países como Rusia, Grecia, Georgia o Estados Unidos acudieron el lunes al emblemático monasterio de Sümela, en la provincia turca septentrional de Trabzon, para asistir por segundo año consecutivo a una ceremonia religiosa con motivo de la festividad de la Asunción de la Virgen María, de gran importancia para los ortodoxos.
Unas 500 personas pudieron entrar para la ceremonia en el monasterio, que normalmente funciona como un museo, mientras que el resto tuvo que conformarse con seguir el evento desde unas pantallas gigantes colocadas en el exterior debido a la limitación de espacio en el interior del recinto.
Al igual que ocurriera durante la histórica ceremonia del año anterior -cuando por primera vez en casi un siglo el gobierno turco permitió la celebración de ceremonias litúrgicas en el lugar-, el Patriarca Greco-Ortodoxo de Estambul Bartolomeo I presidió el acto religioso y tuvo palabras de concordia y agradecimiento hacia el gobierno turco, incluyendo el primer ministro Erdoğan y el Ministerio de Cultura y Turismo, por posibilitar un año más el evento.
El Patriarca de Estambul, que comenzó el acto hablando de "nuestros hermanos musulmanes", destacó en su homilía que María posee un significado especial tanto para cristianos como para musulmanes, y recordó un verso del Corán en el que se dice: "Y (recuerda) cuando los ángeles dijeron: '¡Oh María! En verdad Allah te ha escogido, te ha purificado, y te ha designado a ti por encima del resto de las mujeres". Bartolomeo hizo además un llamamiento a la paz y la hermandad en Turquía y en todo el mundo, y deseó un feliz Ramadán a todos los musulmanes. "Que Dios acepte vuestro ayuno", dijo.
El máximo líder espiritual de la iglesia greco-ortodoxa en Turquía se refirió también durante su discurso a los recientes trágicos eventos en Noruega, al terrorismo en Turquía y a la violencia en países vecinos como Siria. "La paz es muy importante en estos días. Aún no nos habíamos recuperado de los trágicos sucesos en Noruega, y nuestro estupor continúa. En nuestros países vecinos aún corre la sangre. En Turquía las madres lloran por sus hijos. En pocos días, será el décimo aniversario de los fatales acontecimientos en Nueva York, algo que todos recordaremos", señaló. El patriarca greco-ortodoxo también tuvo palabras de elogio para los esfuerzos humanitarios que Turquía está llevando a cabo para llevar ayuda a Somalia, y pidió a todos aquellos que pudieran que contribuyeran a paliar el sufrimiento en África.
"Tener un monasterio así en el Mar Negro es una bendición, este es un lugar de Dios", dijo Bartolomeo en declaraciones hechas a la prensa tras la ceremonia. "Estamos muy contentos de haber venido de nuevo este año, y esperamos que podamos hacerlo el próximo", agregó.
El pasado 15 de agosto de 2010 la comunidad greco-ortodoxa de Turquía celebró por primera vez desde 1922 una ceremonia litúrgica en el monasterio de Sümela, en un gesto de buena voluntad del gobierno turco hacia la minoría ortodoxa del país y en favor de la libertad religiosa.
El monasterio, fundado en el siglo IV aunque su construcción actual se remonta al siglo XIII durante el reinado del emperador bizantino Alejo III, se encuentra ubicado en un espectacular corte de la roca a 1.200 metros de altitud, y desde 1922 funcionaba como museo, lo que según la legislación turca lo inhabilitaba para acoger actos religiosos de cualquier tipo.
Los armenios de Turquía celebran también la festividad
Las celebraciones con motivo de la Festividad de la Virgen María fueron llevadas a cabo también por la comunidad ortodoxa armenia residente en Turquía, que organizó una ceremonia religiosa el domingo en el pueblo armenio de Vakıflı, en la provincia turca de Hatay.
Al acto acudieron armenios de numerosas partes del país, así como otros procedentes de la vecina Siria e incluso de países como Alemania o Líbano. El obispo de la Iglesia Armenia de Hatay, Avediş Tabaşyan, presidió el acto religioso que contó también con la presencia del vice patriarca armenio Aram Ateşyan.
Ateşyan, que recordó que cada año el domingo más próximo al 15 de agosto armenios de todo el mundo vienen a Turquía para celebrar esta festividad, resaltó el hecho de que este año la Festividad de la Virgen María coincida con el mes sagrado para los musulmanes del Ramadán. "Cristianos y musulmanes están de fiesta al mismo tiempo. En esta época de ayuno, espero que el ayuno de nuestros hermanos y hermanas musulmanes les sea propicio", dijo.
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