Dos civiles murieron el lunes por la noche y tres policías resultaron heridos después de que miembros del grupo terrorista Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) abrieran fuego en la provincia fronteriza de Batman, al sureste de Turquía.
Según información de la oficina del gobernador de Batman, el suceso se produjo el lunes por la noche cuando un grupo de terroristas abrió fuego indiscriminadamente contra un grupo de policías en el barrio de Yavuz Selim.
A consecuencia del ataque Mizgin Doru, una mujer de 35 años que además se encontraba en avanzado estado de gestación, y su hija de cuatro años de edad, murieron en el acto, mientras que otra hija de ocho años de edad y su marido resultaron heridos, este último de extrema gravedad, según informaron los medios de comunicación turcos.
En el ataque resultaron heridos también tres policías, mientras que en el tiroteo que se produjo en respuesta al ataque murieron tres miembros del PKK. Milagrosamente los médicos lograron salvar la vida del bebé aún no nacido de Mizgin, que se encontraba en el octavo mes de gestación, y en estos momentos se encuentra en una incubadora.
Este no es la primera acción del PKK que culmina con muerte de civiles. En las últimas tres semanas la cifra de víctimas civiles en ataques de este grupo terrorista se eleva a 18 muertos y 58 heridos.
El domingo el primer ministro turco se refirió a su regreso de Nueva York al atentado cometido hace una semana en la provincia suroriental de Siirt, donde miembros del PKK ametrallaron y lanzaron cohetes contra un vehículo en el que viajaban varias mujeres que se dirigían a una boda, al parecer -según responsables del PKK- al confundirlo con un coche policial camuflado. A consecuencia del atentado, cuatro de ellas fallecieron y otras dos resultaron heridas de extrema gravedad.
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