El ejecutivo del primer ministro griego Giorgos Papandreu pendía el jueves de un hilo tras su controvertida decisión de convocar para principios de diciembre un referéndum popular sobre el último plan de rescate para el país aprobado por la Eurozona, en medio de numerosas críticas dentro y fuera de su propio partido y con la amenaza de sus socios europeos de dejar que la economía helena se colapse.
Desde el gobierno se intentaban acallar el jueves los rumores sobre una inminente dimisión de Papandreu, algo que muchos analistas políticos daban por hecho tras la ola de críticas desatada por el sorpresivo anuncio hecho por Papandreu el lunes, a menos de un día de una crucial moción de confianza a la que se someterá su gobierno el viernes en el parlamento y con varios diputados de su propio partido PASOK anunciando públicamente que no apoyarán al gobierno.
Varios parlamentarios de la formación encabezada por el primer ministro heleno, e incluso su propio ministro de Finanzas Evangelos Venizelos -que el lunes admitió que ni siquiera había sido informado de la convocatoria del referéndum-, han manifestado abiertamente su rotunda oposición a una cita con las urnas que en cualquier caso de realizarse debería haberse hecho mucho antes, y que se produce en un momento extremadamente delicado tanto para la estabilidad y el futuro político y económico tanto de Grecia como de la Eurozona.
Países como Francia o Alemania ya han dicho claramente que si Grecia rechaza el último plan acordado con sus socios europeos, que incluye una nueva ayuda de 130.000 millones de euros y nuevos ajustes para evitar el colapso de la economía helena, Grecia afrontaría con toda probabilidad la expulsión del euro, una opción que defienden cada vez más políticos y analistas, especialmente en Alemania.
El PASOK se encontraba el jueves sumido en la confusión, con varios diputados en desbandada y la posibilidad real de que Papandreu no supere la moción de confianza contra su gobierno del viernes. Algunos parlamentarios de su partido han llegado incluso a sumarse a la petición del principal partido de la oposición, el conservador Nueva Democracia -a quien paradójicamente muchos en Grecia culpan de haber llevado al país al desastre durante sus años en el poder- de formar un gobierno de unidad nacional antes de que la moción del viernes en el parlamento desemboque en unas elecciones anticipadas y más inestabilidad para Grecia.
1 Comentarios
Merche el Jueves, 3 de Noviembre de 2011 a las 16:42:02
Grecia nunca debió entrar en el euro. Ellos mismos reconocieron que mintieron sobre sus cuentas para entrar, y ahora van a arrastrar al resto con ellos.
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