Irán advirtió el sábado que en caso de un ataque por parte de Israel o Estados Unidos contra sus instalaciones nucleares -un rumor insistente desde hace semanas- lanzaría un contraataque contra las instalaciones de la OTAN situadas en Turquía.
El general Amir Ali Hajizadeh, jefe de la división aerospacial de la poderosa Guardia Revolucionaria de Irán, afirmó en declaraciones recogidas por la agencia de noticias semioficial Mehr que "si fuéramos amenazados (por un ataque israelí), atacaríamos el sistema de escudo antimisiles de la OTAN en Turquía y luego otros objetivos".
Esta advertencia responde al parecer a una nueva estrategia defensiva adoptada por el régimen iraní en respuesta a lo que considera un incremento en las amenazas por parte de Estados Unidos y su aliado israelí, que ven con preocupación el programa de enriquecimiento de uranio que Teherán defiende que es para usos pacíficos pero que las potencias occidentales consideran el primer paso para obtener la bomba atómica. Según Hajizadeh la amenaza de un ataque unilateral por parte de Israel y Estados Unidos han llevado a Irán a modificar su estrategia defensiva. "Responderemos a las amenazas con amenazas", dijo.
A juicio del gobierno iraní el sistema de alerta temprana de radar que la OTAN pretende instalar en Turquía como parte de su escudo de defensa antimisiles tiene por único objetivo proteger a Israel (que no es miembro de la Alianza Atlántica) contra un hipotético ataque con misiles desde Irán en caso de un conflicto bélico entre los dos países.
Turquía aceptó el pasado septiembre acoger en su territorio el sistema de radar de la OTAN y que es parte fundamental para detectar posibles lanzamientos de misiles en caso de un ataque balístico desde Irán. Las instalaciones estarán en la ciudad turca de Kurecik, situada en el centro de Anatolia a unos 700 kilómetros de la frontera con Irán, según fuentes gubernamentales.
Teherán ya advirtió entonces repetidamente al gobierno turco que la instalación de ese sistema en su territorio tendría serias consecuencias para Turquía y para sus relaciones con el régimen islámico, pese a que Ankara insistió a sus socios de la Alianza que la condición para aceptar el escudo antimisiles pasaba porque tuviera fines exclusivamente defensivos y que no estuviera dirigido a ningún país concreto, en referencia a su vecino Irán.
0 Comentarios