Una mayoría de los ciudadanos de Croacia votaron el domingo a favor de la entrada del país balcánico en la Unión Europea en un referéndum en el que sin embargo la participación fue una de las más escasas que se recuerdan entre los países con opciones a entrar en la UE, muestra de hasta qué punto el bloque europeo ha perdido el atractivo debido a la grave crisis económica que atraviesa la Eurozona.
De acuerdo a los datos suministrados por la comisión estatal electoral, con prácticamente todas las papeletas contadas alrededor de una tercera parte de los ciudadanos croatas (un 66%) votó "sí" a la pregunta "¿Apoya usted la entrada de la República de Croacia en la Unión Europea?". Otro 33% se mostró en contra, mientras que el escaso 1% restante fueron votos nulos.
El bajísimo índice de participación en el referéndum, que rondó el 47% de los croatas con derecho a voto, ha restado sin embargo la legitimidad que esperaban los partidarios del "sí, entre los que se incluía el propio gobierno del socialista Zoran Milanović, especialmente si se compara con el 84% de participación que tuvo el referéndum sobre la independencia de la antigua Yugoslavia celebrado en 1992.
Reconociendo la pobre participación pese a la victoria del "sí" a la UE, Milanović se mostró ante los periodistas un tanto decepcionado por los resultados. "La gente está obviamente cansada... Habría sido mejor que la participación fuera mayor, pero esta es la realidad" dijo, para a continuación resaltar la importancia de la decisión tomada en las urnas.
"Se trata de una decisión histórica, un momento crucial en nuestra historia, dado que a partir de ahora todo, incluyendo los éxitos o los fracasos, dependen sólo de nosotros", subrayó. La UE por su parte también felicitó a Croacia por el resultado del referéndum, diciendo que era una buena noticia no sólo para los croatas sino para toda la región de los Balcanes. Croacia se convertirá en principio en julio de 2013 en el estado nº 28 de la Unión, una vez todos los estados miembros ratifiquen el tratado de adhesión.
Lo cierto es que pese al triunfo del "sí" la votación del domingo ha sido una de las que más baja participación ha tenido entre los países miembros que celebraron referéndums similares para decidir si entraban en la UE. El 47% por ciento de participación de los croatas se queda a poca distancia del escasísimo 46% de húngaros que votaron en una convocatoria similar en 2003.
Entre los croatas existía una gran división sobre esta cita con las urnas, y muchos partidarios del "no" han visto en la escasa participación un claro motivo para restar legitimidad al resultado. "La participación muestra que Croacia le ha dado la espalda a la UE", comentaba un veterano de guerra croata opuesto a la entrada de su país en la UE. "Este referéndum es ilegítimo, nunca lo reconoceremos", añadió.
Entre los argumentos de los detractores de la UE, la situación economía que atraviesa el bloque europeo y muy especialmente la Zona Euro ha pesado notablemente a la hora de decantarse por una u otra opción. Los partidarios del "no" argumentan que en estos momentos la Unión Europea no puede ofrecer prosperidad económica a Croacia mientras trata de rescatar de la bancarrota a varios de sus principales y más veteranos miembros; también ha influido la idea de que Zagreb perderá con la adhesión parte de la soberanía y la identidad nacional que tanto le costó obtener en la guerra de independencia de Yugoslavia de los años 90.
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