Los ciudadanos extranjeros que visiten Turquía con un visado de turista podrán prolongar su estancia desde los 90 días actuales hasta nueve meses, según una nueva normativa anunciada esta semana por el Ministerio del Interior.

Hasta la fecha la normativa permitía a aquellos extranjeros que entraran en el país con visado de turista permanecer un máximo de 90 días no prorrogables -según los cambios hechos el pasado mes de enero- hasta pasados al menos otros tres meses desde el final de su estancia legal.

Según anunció la prensa turca sin embargo, un nuevo cambio introducido por el gobierno en la política de visados permitirá extender las de turista otros seis meses adicionales, lo que en la práctica posibilitará que muchos extranjeros puedan prolongar su estancia legalmente en Turquía muchos meses más y disfrutar del país sin necesidad de tener que iniciar los laboriosos trámites que exige la obtención de un permiso de residencia.

En el caso de aquellos ciudadanos foráneos que continúen actualmente en el país pese a haber expirado su visado anterior de turista por tres meses, podrán adaptarse a la ley extendiéndolo por otros seis meses adicionales desde la fecha de entrada previo pago, eso sí, de una multa por el tiempo que hayan permanecido en territorio turco sin el visado en regla.

Cambios en la política de visados

Este cambio importante en la política de visados en Turquía, que sin duda beneficiará a muchos extranjeros que visiten o residan por largas temporadas en el país, se suma a los recientes cambios legislativos introducidos a principios de año en la concesión de visados de turismo, y cuyo principal objetivo fue combatir la inmigración y el trabajo ilegal.

Hasta hace poco y durante muchos años, resultaba una práctica muy habitual para aquellos extranjeros que buscasen por distintas razones trabajar en Turquía pero que no pudiesen o no quisiesen optar a un permiso de trabajo recurrir a las "escapadas de visado" a países vecinos, como Grecia o Georgia; tras entrar con un visado de turista en el país, finalizado el plazo de estancia legal de 90 días cruzaban la frontera para volver a entrar inmediatamente y renovarlo así por otros tres meses, una y otra vez.

Tras una nueva legislación que entró en vigor el pasado 1 de febrero a instancias del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, la renovación del visado de turista sólo es posible transcurridos tres meses desde la expiración del último visado, lo que dejó a miles de trabajadores extranjeros en situación ilegal en Turquía sin una "trampa legal" que hasta ahora les había sido muy útil para poder prolongar su estancia.

Además con la nueva normativa aquellos extranjeros que entren en Turquía con un visado de turista y posteriormente obtengan un permiso de trabajo podrán prolongar su estancia legal en el país por un año o más, pero a cambio deberán pagar una tasa de 400 liras turcas (unos 170 euros) y no podrán ser empleados en un sector donde exista demanda laboral de ciudadanos turcos. La nueva legislación permite no obstante a los trabajadores o residentes extranjeros acogerse al sistema nacional de salud turco durante su estancia pagando las correspondientes cuotas mensuales (algo más de 210 liras/mes, algo más de 90 euros), un precio varias veces menor al que hasta ahora se veían obligados a pagar por seguros privados para poder recibir asistencia sanitaria en Turquía.

Miles de trabajadores extranjeros, especialmente de países vecinos como Moldavia, Rumanía, Ucrania, Rusia, Georgia o Armenia, trabajan ilegalmente en Turquía en el sector servicios, particularmente en sectores poco demandados por los turcos como el servicio doméstico o la atención a niños, enfermos o ancianos. La mayoría de estos empleados trabajaban hasta ahora ilegalmente residiendo con visados de turista y privados de seguridad social, cobrando bajos salarios y aceptando duras condiciones laborales.