Según cifras publicadas por el Ministerio de Cultura y Turismo de Turquía, el Palacio de Topkapı fue el monumento más visitado del país. La que fuera antigua residencia de los sultanes otomanos en su capital imperial recibió un total de 3,7 millones de visitantes el año pasado.

Al mismo tiempo, 3,1 millones de personas admiraron la cúpula y los mosaicos de la milenaria Santa Sofía, también en Estambul, y cerca de 2 millones de turistas accedieron a las ruinas de la antigua ciudad griega de Éfeso, en la provincia egea de İzmir (Esmirna).

En lo referente a los ingresos obtenidos por dichas visitas, éstos se cifran en cerca de 56,7 millones de liras turcas (24 millones de euros) recaudados en Topkapı, 48,6 (20,6 millones de euros) en Santa Sofía y 31,4 (13,3 millones de euros) en Éfeso.

Tras estos tres monumentos se encuentran el Museo de Mevlana en Konya (con 1,7 millones de visitantes) y la antigua ciudad de Hierápolis (1,6 millones) en la provincia egea de Denizli. A más distancia se sitúan el Museo al aire libre de Göreme en la provincia anatolia de Nevşehir, el Museo de San Nicolás y las antiguas ciudades de Myra y Aspendos en la provincia mediterránea de Antalya, el yacimiento de Troya en la provincia noroccidental de Çanakkale y el Museo Kariye de Estambul.