Un avión de pasajeros con 127 personas a bordo se estrelló el viernes por la tarde a las fueras de Islamabad mientras trataba de realizar un aterrizaje de emergencia en medio de una fuerte tormenta, en una tragedia que ha conmocionado al país y no ha dejado supervivientes.

Decenas de familiares se agolpaban en el aeropuerto a la espera de noticias de sus parientes dejando paso finalmente a los llantos y la desesperación a medida que las autoridades iban revelando que parecía no haber supervivientes del accidente, un vuelo de la aerolínea nacional Bhoja Air que volaba desde Karachi a la capital paquistaní.

Miembros de los equipos de rescate y emergencia trataban de buscar a última hora del viernes posibles supervivientes en medio de trozos de fuselaje, asientos arrancados y restos humanos, pero las peores noticias parecían confirmarse a medida que pasaban las horas. Los restos del accidente se esparcían en un área de aproximadamente un kilómetro a pocos kilómetros del Aeropuerto Internacional Benazir Bhutto de Islamabad, destino previsto del Boeing 737-200. Responsables de los servicios de emergencia tuvieron que pedir a los habitantes de la zona que trajesen sábanas de sus propias casas para poder cubrir los cuerpos de las numerosas víctimas.

El terrible suceso se produjo al parecer alrededor de las 18:40 hora local (15:40 hora peninsular española) en medio de una fortísima tormenta de lluvia y viento acompañada de abundante aparato eléctrico que azotaba Islamabad. No obstante y pese a las dificultades meteorológicas las miradas están puestas en Bhoja Air, la pequeña compañía aérea paquistaní, que tras iniciar su andanza en 1993 acabó cerrando en 2001 debido a problemas económicos, y que había conseguido volver a salir a flote el pasado mes de marzo volviendo a operar con sólo cuatro aviones en su haber.

De confirmarse el número de víctimas este accidente éste sería uno de los peores desastres aéreos de la historia de Pakistán, que vivió su mayor tragedia aérea hasta la fecha en julio de 2010 cuando un Airbus A321 operado por Airblue se estrelló en unas colinas cercanas también a la capital matando a 152 personas que viajaban a bordo.