Un tribunal militar de Túnez sentenció el miércoles "in absentia" al derrocado presidente tunecino Zine el-Abidine Ben Ali a 20 años de cárceles por varios cargos que incluyen entre otros la incitación al asesinato, el asesinato y el saqueo.

Ben Ali, que no se encontraba presente en el momento de pronunciarse la sentencia dado que tras su caída hace un año huyó al exilio junto con su esposa a Arabia Saudí, fue encontrado culpable en un caso relacionado con la muerte de cuatro jóvenes que fueron asesinados en la localidad de Ouardanine a mediados de enero de 2011.

Los familiares de las víctimas habían acusado al gobierno del ex presidente tunecino de ordenar a la policía que abriera fuego contra una multitud de manifestantes que se concentraron en el aeropuerto de esta ciudad de la costa este del país para evitar la huída de Kais, un sobrino de Ben Ali, un día después de que el propio mandatario tunecino escapara al exilio el 14 de enero de 2011.

Además de condenar a 20 años de prisión a Ben Ali, el tribunal también dictaminó sentencias de entre 5 y 10 años para otros miembros de las fuerzas de seguridad relacionados con el mismo incidente, aunque muchos de ellos también se encuentran huidos del país o en paradero desconocido.

Ben Ali afronta numerosos juicios en el país que gobernó durante dos décadas con mano firme, y ya había sido condenado a más de 66 años de cárcel por otros cargos relacionados con el tráfico de drogas y la malversación de fondos. Actualmente la fiscalía ha solicitado la pena de muerte para el antiguo dictador por otro incidente similar al de Ouardanine en el que al menos 22 personas fueron asesinadas durante la represión de unas protestas en Thala y Kasserine. Pero pese a la orden internacional de arresto emitida contra Ben Ali y su esposa, las autoridades saudíes han rechazado hasta ahora las peticiones de extradición del nuevo gobierno tunecino.