Un tribunal francés de apelaciones autorizó el martes la construcción de un proyecto de gran mezquita en la ciudad francesa de Marsella, en la costa mediterránea del país, tras una larga pugna entra la comunidad musulmana de la ciudad y grupos y partidos de extrema derecha de Francia, como el Frente Nacional.
El tribunal de apelaciones galo revocó así una sentencia emitida el pasado mes de octubre por el tribunal administrativo de Marsella, que había derogado el permiso de construcción para la mezquita argumentando que no reunía los requisitos de planificación urbana requeridos, después de que una asociación local hubiera presentado una demanda contra el proyecto alegando que el edificio islámico no encajaba con el entorno urbano que le rodeaba. En diciembre el alto tribunal ya había rechazado otra demanda contra la construcción de la mezquita presentada por el ultraderechista Frente Nacional (FN) y otro grupo de extrema derecha.
Pese a que el proyecto para la construcción de la Gran Mezquita de Marsella recibió el visto bueno de las autoridades en septiembre de 2009, desde entonces ha permanecido paralizado debido a las protestas de empresarios y residentes locales, en una ciudad cosmopolita donde el Frente Nacional cosecha sin embargo no pocos votos.
Con un coste de 22 millones de euros y un minarete de 25 metros de alto, la Gran Mezquita de Marsella prevé albergar hasta a 7.000 fieles en el área de Saint-Louis, al norte de esta ciudad mediterránea -la segunda más importante de Francia tras París- donde viven unos 250.000 musulmanes que en su mayoría se ven obligados a rezar en improvisados templos habilitados en pisos alquilados, trasteros o incluso garajes.
Francia acoge de hecho a la mayor comunidad musulmana de toda Europa, formada por cerca de seis millones de ciudadanos, pero muchos siguen considerándose ciudadanos de segunda en un país donde como en el resto del viejo continente crecen los partidos y movimientos de corte xenófobo que rechazan la presencia del Islam.
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