El miércoles por la mañana fallecía en el Hospital Universitario de Gaziantep Yaşar Bayram, convirtiéndose en la décima víctima mortal del salvaje atentado con coche bomba que sacudió el pasado 20 de agosto el centro de la ciudad turca de Gaziantep, al sureste del país.
Bayram, de 52 años de edad, era una de las 68 personas que resultaron heridas en el brutal atentado que sacudió en la noche del 20 de agosto esta ciudad de más de un millón de habitantes próxima a la frontera con Siria. La explosión causó ese mismo día nueve víctimas mortales, incluyendo entre ellas cuatro niños de corta edad, y se produjo durante el segundo día de la fiesta religiosa del Eid al-Fitr o "Şeker Bayramı" ("Fiesta del Dulce") como se la conoce en Turquía, que marca el fin del mes de Ramadán.
Aunque en un comunicado emitido al día siguiente a través de la agencia de noticias pro kurda Fırat el PKK se desvinculó del atentado, el pasado viernes el gobernador de Gaziantep comparecía ante la prensa para presentar tras varios días de exhaustivas investigaciones por parte de la policía la fotografía del principal sospechoso del atentado, Murat Filiz (alias "Firaz"), miembro del grupo terrorista Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) y antiguo militante del DTP, un partido nacionalista kurdo que precisamente fue ilegalizado en 2009 por sus vínculos con el PKK.
Firaz fue captado por varias cámaras de seguridad de la zona colocando los explosivos en el vehículo cargado de explosivos, que aparcó junto a una parada de autobús situada junto a una comisaría de policía no lejos del centro de la ciudad y a unas horas en el que el lugar estaba bastante transitado; eso y el hecho de que la explosión se produjera en el momento en que dos autobuses de pasajeros se encontraban en el lugar recogiendo viajeros, pudo provocar una masacre. Además los pisos superiores del edificio de la comisaría que parecía ser el objetivo primordial del atentado servían como vivienda para las familias de los policías.
El desmentido del PKK no convenció desde el primer momento a las autoridades turcas, acostumbradas a que el grupo armado que opera principalmente en el sureste de Turquía no reivindique muchas de sus acciones especialmente si hay víctimas civiles de por medio. De hecho es habitual que este tipo de acciones sean reivindicadas por grupos afines al PKK como los denominados Halcones por la Liberación del Kurdistán (TAK), integrado por antiguos miembros del PKK y que en anteriores ocasiones ya han utilizado el método del coche bomba para cometer atentados similares en ciudades como Estambul o Ankara.
Mientras tanto la prensa turca informaba de que otras cinco personas habían sido arrestadas por la policía el martes en relación con la investigación sobre el atentado, tras lo cual ingresaron en prisión preventiva por orden de un tribunal de Gaziantep. Con estas son ya siete los sospechosos encarcelados en relación con la explosión, después de que en los primeros días más de una docena fueran arrestados pero finalmente sólo dos ingresaran en prisión.
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