Efectivos de las Fuerzas Armadas Turcas (TSK) apostados en la frontera con Siria abrieron fuego en la mañana del lunes contra posiciones del ejército sirio después de que un proyectil de mortero cayese en territorio turco.

El proyectil impactó a unos 300 metros al norte de la localidad de Beşaslan, una pequeña población situada junto a la frontera con Siria en el distrito de Reyhanlı, al este de la provincia turca de Hatay. Según informó la agencia de noticias turca Anatolia, el incidente se produjo en el transcurso de un enfrentamiento entre tropas del ejército sirio y rebeldes de la oposición en la localidad siria de Haram, situada justo al otro lado de la frontera.

La misma agencia informó que el proyectil cayó en una zona no habitada y que no causó víctimas, pero que el ejército turco respondió inmediatamente a los disparos lanzados desde el lado sirio de la frontera, como viene siendo habitual desde inicios de octubre. Algunos medios aseguraron que al menos cuatro proyectiles de mortero habían caído en las cercanías de Beşaslan.

Al mismo tiempo la prensa turca indicaba que una treintena de soldados sirios se rindieron el domingo ante las autoridades turcas en la frontera huyendo de los combates en la zona y para evitar ser capturados por miembros del denominado Ejército Libre Sirio, que capturaron la localidad siria de Al-Lani, próxima también a la frontera con la provincia turca de Hatay. Cinco de los militares sirios estaban heridos y fueron trasladados a varios hospitales de la zona, mientras que el resto fueron trasladados a un cuartel de la gendarmería turca para ser interrogados.

Turquía mantiene una fuerte presencia militar a lo largo de los más de 900 kilómetros de frontera común con Siria y las tensiones entre los dos países se han incrementado especialmente desde que el pasado junio un caza turco que realizaba un vuelo de entrenamiento cerca de la frontera fuera derribado por el ejército sirio, y sobre todo desde que a principios de este mes varios obuses sirios impactaron en la localidad de Akçakale, en la provincia suroriental de Şanlıurfa, matando a cinco civiles e hiriendo a más de una decena de personas.

Desde entonces sin embargo los incidentes con disparos de artillería siria que han caído en territorio turco se han repetido forzando la respuesta de las fuerzas armadas turcas. El Jefe del Estado Mayor del ejército turco, el general Necdet Özel, advirtió semanas que la respuesta militar turca podría ser "aún más fuerte" si continuaban repitiéndose los ataques desde Siria.