El ministro de exteriores iraní, Ali Akbar Salehi, criticó el domingo el despliegue de los misiles Patriot en territorio turco por parte de la OTAN advirtiendo que se trataba de una "provocación" que "no es un instrumento para la seguridad y estabilidad en la región".
"Aquí (en Irán) se cree que estacionar estos misiles en Turquía es provocativo, no disuasorio", dijo Salehi citado por la agencia de noticias iraní ISNA, refiriéndose a los argumentos esgrimidos tanto por la Alianza Atlántica como por Ankara para justificar el despliegue de los misiles modelo PAC-3 -acompañados de unos 600 soldados para operarlos- en Turquía.
Las palabras de Salehi tuvieron lugar el mismo día que el presidente de la República Islámica de Irán, Mahmud Ahmadineyad, que tenía previsto viajar el lunes a Turquía en visita oficial para asistir en la ciudad turca de Konya a los actos por el aniversario de la muerte del gran poeta y místico persa Mevlana Jalaladdin Rumi, cancelara finalmente su visita alegando otros compromisos en su agenda oficial.
Un día antes, el sábado, el jefe del estado mayor del ejército iraní, el general Hassan Firouzabadi, advertía además a la OTAN que la ubicación de los misiles Patriot en Turquía cerca de la frontera con Siria constituía un peligroso paso hacia una guerra mundial, al tiempo que urgió a la Alianza a dar marcha atrás a su decisión.
"Cada uno de estos Patriots es una marca negra en el mapa mundial, y supone una causa para una guerra mundial... Están haciendo planes para una guerra mundial, y esto es muy peligroso para el futuro de la Humanidad y para el futuro de Europa misma", dijo Firouzabadi citado también por la agencia ISNA.
El despliegue de los misiles Patriot en territorio turco, pese a su carácter a priori defensivo, ha sido percibido por Irán como una posible contra medida a la capacidad ofensiva y de represalia iraní en caso de un ataque desde Israel, país que ha manifestado en reiteradas ocasiones su preocupación por la posibilidad de que el régimen islámico desarrolle en los próximos meses su tecnología nuclear lo suficiente como para permitirle la construcción de una bomba atómica.
Teherán cree así mismo que la ubicación de los Patriot en Turquía responde a planes para un potencial ataque militar contra el régimen sirio -del que Irán es un fiel aliado-, una posibilidad creciente a raíz de las últimas especulaciones sobre un posible uso de su arsenal químico por parte del régimen de Bashar al-Assad para frenar el avance de las fuerzas de la oposición.
El secretario general de la Alianza Atlántica, Anders Fogh Rasmussen, criticó el lunes las palabras del jefe del ejército iraní respecto al riesgo de una guerra mundial a causa del despliegue de los misiles Patriot, reiterando nuevamente el carácter estrictamente defensivo de la medida. "Hemos dejado claro desde el inicio que el despliegue de los Patriot es una medida puramente defensiva... Estamos allí para defender y proteger a nuestra aliada, Turquía. No tenemos absolutamente ninguna intención ofensiva", dijo Rasmussen.
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