Sarai Sierra, de 33 años de edad, casada y con dos hijos, había viajado sola a Turquía y permanece en paradero desconocido desde que el 21 de enero contactara con su familia, de origen puertorriqueño, el mismo día que se suponía debía regresar a Nueva York. Sin embargo, nunca llegó a coger el avión.
El miércoles la policía había interrogado a un hombre que utilizaba el apodo "Taylan" y que había estado en contacto con Sierra; si bien inicialmente no era considerado como sospechoso, Taylan pasó a custodia policial el viernes tras el interrogatorio, en el que explicó que él y la joven tenían pensado verse el día de su partida aunque finalmente no lo hicieron.
"No nos vimos ese día, pero nos habíamos visto antes", dijo Taylan, añadiendo que había conocido a Sierra a través de internet cuatro meses antes, según informó el diario turco Hürriyet.
Anteriormente varios medios habían afirmado que Taylan y Sierra habían acordado verse el 20 de enero en la Torre Galata, de acuerdo a las transcripciones de internet examinadas por la policía turca y que llevaron a identificar al hombre, cuya identidad verdadera por ahora no ha sido desvelada para no entorpecer la investigación.
Fue el marido de la joven, Steven Sierra, quien decidió entregar a los agentes los mensajes de la cuenta personal de Sarai en Facebook y Twitter para ayudar en las pesquisas y tratar de averiguar qué había hecho durante su estancia en Turquía. A raíz de esa información se ha podido saber que la mujer tenía contacto con al menos cuatro ciudadanos turcos a través de las redes sociales.
Sierra probablemente siga viva
Pese a la incertidumbre sobre su paradero y el extraño rumbo que parece tomar en algunos momentos la historia de su desaparición a medida que se van conociendo más y más detalles, la policía turca cree que hay muchas posibilidades de que Sarai Sierra siga aún con vida. Así lo deduce del hecho de que su teléfono móvil estadounidense fuera activado hasta en dos ocasiones desde su supuesta desaparición, según publicaba recientemente la prensa turca.
Sierra habría utilizado de hecho una aplicación del programa Skype en su móvil para realizar una llamada en una fecha tan tardía como el miércoles 30, nueve días después de su teórica desaparición y el mismo día en que Taylan era interrogado por la policía. El diario turco Sabah informaba que su móvil había sido encendido nuevamente por segunda vez, lo que sería otra pista más que probable de que la joven seguiría con vida.
Desde su desaparición hay numerosos testigos que afirman haber visto a Sarai Sierra con vida y varias supuestas imágenes suyas caminando por Sultanahmet o Taksim han sido difundidas esta semana en los medios de comunicación. Su foto ha sido ampliamente distribuida y hay asociaciones turcas e incluso grupos en Facebook que piden ayuda para averiguar su paradero. La policía turca está colaborando en la investigación con el FBI, al que habrían revelado la verdadera identidad de "Taylan".
Entre las imágenes difundidas de Sierra estarían unas que fueron tomadas en el aeropuerto cuando viajaba a Holanda desde Estambul. La mujer llegó el pasado 8 de enero a la ciudad, y tres días después de alquilar una habitación en el sótano de una casa ubicada en el humilde barrio de Tarlabaşı -en el distrito estambulita de BeyoÄŸlu- el 12 de enero, la joven viajó a Amsterdam y Munich, regresando posteriormente a la metrópolis turca el 19 de enero, donde permaneció hasta su desaparición.
El propietario de la casa donde se alojó Sierra explicó a la prensa que no había visto a Sierra desde el 20 de enero y que ésta pagó por adelantado los 222 euros que le habría costado. Sumando su estancia en Estambul y sus viajes a Holanda y Alemania, Sierra gastó unos 10.000 dólares (más de 7.000 euros) en total desde su salida de Nueva York.
Máxima prioridad en la investigación
El Departamento Nacional de Policía de Turquía ha otorgado a la investigación para dar con el paradero de Sarai Sierra la "máxima prioridad", según ha revelado la prensa turca, y ha creado un equipo dedicado especialmente a este caso.
Desde la notificación de su desaparición, la policía turca ha examinado imágenes de unas 500 cámaras de seguridad en zonas como BeyoÄŸlu, Eminönü, Karaköy, la Torre Galata o el aeropuerto Atatürk para tratar de reconstruir las actividades de la mujer desaparecida durante los días que pasó en la ciudad.
Buena parte de los esfuerzos se están concentrando en determinar con quién entró en contacto Sierra, pero hasta ahora las seis personas que han aparecido en esas imágenes de video hablando con la joven han sido interrogadas sin que la policía haya podido extraer ninguna información relevante.
El pasado lunes 28 por la tarde llegaban a Estambul el hermano de Sarai Sierra, David Jiménez, y su marido, Steven Sierra, para tratar de colaborar en la investigación. Tras pasar todo el martes con responsables del consulado estadounidense en la ciudad y hablar con los agentes de la policía turca encargados del caso, Steven Sierra recogió las pertenencias de su esposa en la casa del barrio de Tarlabaşı donde se hospedó y se las entregó a la policía.
Fuentes policiales citadas por la prensa turca han criticado sin embargo el hecho de que su familia no presentara una denuncia por desaparición hasta el 25 de enero, lo que habría perjudicado notablemente los esfuerzos por localizarla. El caso continúa y por ahora todas las hipótesis parecen estar abiertas, incluyendo la de una desaparición voluntaria.
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