Los ciudadanos turcos bebieron en 2012 menos cantidad de la que es considerada la bebida nacional de Turquía -el rakı- así como de vino, pero consumieron por contra más champán durante el último año, según los datos más recientes hechos públicos por la Agencia Regulatoria del Mercado de Tabaco y Alcohol del país euroasiático.

Según las últimas cifras las ventas de bebidas alcohólicas tanto nacionales como importadas aumentaron en 67 millones de litros durante el pasado año hasta alcanzar los 1.100 millones de litros de alcohol, principalmente debido al incremento en las ventas de cerveza -que alcanzaron los 998,9 millones de litros- pero también con un extraordinario incremento de las ventas de champán, que experimentaron un aumento de nada menos que el 91,1% hasta sumar 826.770 litros.

En conjunto el consumo de alcohol en Turquía se incrementó durante 2012 en un 6,3%, mientras que la cerveza sigue manteniéndose como la bebida alcohólica más consumida en el país muy por encima de sus otros competidores.

En el lado contrario se sitúa la bebida nacional turca, el rakı -una especie de licor anisado que alcanza los 50º y suele beberse mezclado con agua-, cuyo consumo decreció un 8,6%  en el pasado año hasta quedarse en 44,6 millones de litros. En menor medida disminuyó también el consumo entre los turcos del vino, que disminuyó en 2012 un 3,8% comparado con 2011 situándose en 56,4 millones de litros.

No obstante las estadísticas señalan que la importación global de bebidas con alcohol disminuyó un 3,3% durante el año anterior, cifra que alcanza un descenso del 26,4% en el caso de la importación de cervezas, lo que indica que los turcos se decantaron en 2012 por las bebidas de fabricación nacional. La nota contraria a esta tendencia la pone una vez más el champán, cuyas importaciones se dispararon el año pasado a la par que el consumo y crecieron un 89% en comparación con 2011.

Pese al descenso en 2012, durante los últimos cinco años el consumo del tradicional rakı entre los turcos ha permanecido prácticamente sin variaciones, según indican los registros, mientras que el consumo de otras bebidas como el whisky ha registrado un incremento acumulado del 169,5%; igualmente ha ocurrido con el vodka (71,5%), vino (48,8%) y cerveza (7,9%).