Un vehículo cargado de explosivos hizo explosión el sábado por la tarde ante la puerta de un edificio que albergaba a personal diplomático de la embajada de Turquía en la capital de Somalia, Mogadiscio, causando la muerte de los tres atacantes y de un agente de las fuerzas especiales turcas encargado de custodiar el lugar.
Fuentes del Ministerio de Asuntos Exteriores de Turquía condenaron el atentado “en los términos más duros posibles” e indicaron que dos de los tres terroristas fueron abatidos por los guardias de seguridad turcos que vigilaban la entrada al edificio, mientras que el tercero consiguió accionar la bomba y se inmoló en la explosión.
Otros tres miembros del equipo de seguridad encargado de custodiar el lugar resultaron heridos, uno de ellos de carácter grave, según informaron las mismas fuentes. Un avión ambulancia partió a última hora del sábado hacia Mogadiscio para repatriar los heridos a Turquía.
Al parecer el coche en el que viajaban los terroristas aprovechó que otro vehículo turco se disponía a entrar en el recinto para embestir contra la puerta, donde hizo explosión y destruyó por completo la entrada al edificio.
Poco después de conocerse el atentado el ministro de exteriores turco Ahmet Davutoğlu se ponía en contacto por vía telefónica con el embajador turco en Somalia, Kani Torun. Davutoğlu emitió además un mensaje de condolencia para la familia del agente asesinado a través de su cuenta oficial en Twitter, añadiendo que las estrictas medidas de seguridad habían evitado que el número de víctimas hubiera sido mayor.
El ataque fue reivindicado tiempo después por las milicias rebeldes islamistas de Al-Shabaab, vinculadas a Al-Qaeda, que a través de un mensaje en Twitter anunciaban que “las fuerzas muyahidín en Mogadiscio acaban de llevar a cabo una operación contra un grupo de diplomáticos turcos en el distrito de Hodan”. Hace unas dos semanas el mismo grupo reivindicaba otro atentado que causó la muerte a ocho civiles somalíes.
Turquía es uno de los pocos países que mantiene una embajada en la capital de Somalia, un país con un gobierno débil que intenta superar una guerra civil de dos décadas con ayuda de tropas de pacificación etíopes y de la Unión Africana.
La embajada turca en Mogadiscio fue inaugurada en 2011 tras la visita que en agosto de ese año realizó el primer ministro Tayyip Erdoğan acompañado de su esposa. Ankara ha llevado a cabo desde entonces importantes inversiones en el país en infraestructuras civiles, centros médicos y educativos, y ayuda humanitaria.
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