Miles de personas se congregaron el sábado en la capital turca para participar en una gran manifestación en solidaridad con los partidarios del ex presidente egipcio Mohamed Morsi, depuesto y encarcelado desde que el pasado 3 de julio el general Al-Sisi, jefe del Estado Mayor de Egipto, anunciara su destitución.
La protesta, reunida en la céntrica Plaza Sıhhiye de Ankara, fue convocada por varias organizaciones sindicales y asociaciones, incluyendo el sindicato de funcionarios públicos Memur-Sen, la Confederación de Sindicatos Auténticos de Turquía (Hak-İş) y la Plataforma de Solidaridad para los Pueblos Oprimidos (Mazlum-Der).
Bajo el lema “Resistencia para Egipto, Marcha del Renacer para la Humanidad”, muchos de los participantes en la protesta portaban pancartas con el ya famoso signo “Rabaa” o “Rabia”, formado por una mano mostrando el número cuatro –la palabra árabe “rabaa” significa “cuatro” o “cuarto”- y que se ha convertido en el icono de las protestas en Egipto contra el gobierno interino designado por la cúpula militar en honor a la Plaza Rabaa al-Adawiya, donde partidarios de Morsi acamparon durante varias semanas y donde una intervención de la policía egipcia causó la semana pasada cerca de 650 muertos, según cifras oficiales.
Las organizaciones convocantes subrayaron que Turquía tenía una responsabilidad histórica respecto a Egipto, y añadida a ésta “tenemos una responsabilidad adicional como musulmanes: la responsabilidad de la ummah (comunidad musulmana)”, declaró el presidente del sindicato Memur-Sen.
La manifestación estuvo plagada de banderas de Turquía y Egipto. Algunos de los participantes en la marcha corearon eslóganes como “Los musulmanes no se callan ante la opresión” o “Los musulmanes no duermen, se levantan por su hermano”. Hubo también condenas contra el régimen de Bashar al-Assad y el reciente ataque con armas químicas en Siria que acabó con la vida de unos 1.200 civiles, muchos de ellos niños.
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