Las autoridades yemeníes negaron el martes las informaciones difundidas por varios medios en los últimos días en las que se aseguraba que una niña de sólo 8 años de edad había fallecido en su noche de bodas a causa de una hemorragia interna tras haber contraído matrimonio con un hombre de 40, en lo que se presentó como un ejemplo de los matrimonios forzados a las que se obliga a niñas de corta edad en la región.

Las autoridades del país, uno de los más pobres del mundo árabe, anunciaron la semana pasada que pondrían en marcha una investigación tras difundirse la noticia, que despertó una conmoción internacional tras afirmar que una niña yemení llamada Rawan había fallecido en su noche de bodas, tras ser obligada a casarse con sólo 8 años, a causa de una hemorragia interna cuando su marido quiso mantener relaciones sexuales con la menor en una remota área rural de la provincia de Hajja, al noreste del país.

El martes sin embargo un responsable de la policía del distrito de Harad, en la provincia de Hajja, dejaba atónitos a los periodistas al presentar ante ellos a una niña diciendo: “Esta es Rawan. Está viva, y nunca se ha casado”. Previamente, durante el fin de semana, el gobernador de Hajja había desmentido también la noticia diciendo que la niña estaba viva y que su propia familia había asegurado que todo había sido inventado.

Seguidamente la niña se identificó ante los reporteros como Rawan Mohamed Abdo Hattan, asegurando que todo lo que se había contado sobre ella no era cierto. “Mi hermana mayor, que tiene 18 años, se acaba de casar”, explicó la niña, acompañada a su lado por su padre. “Todo lo que se ha dicho sobre mí era falso”, añadió la menor.

Human Rights Watch había denunciado la semana pasada a raíz de la noticia que el 14% de las niñas de Yemen son obligadas a casarse antes de los 15 años y el 52% antes de los 18, citando fuentes de Naciones Unidas y del gobierno yemení del año 2006. El pasado sábado la ministra de derechos de Yemen, Huriya Mashhoor, aseguró que pondría en marcha una campaña para elevar la edad mínima para contraer matrimonio en el país hasta los 18 años.