El primer ministro turco Recep Tayyip Erdoğan volvió a insistir el miércoles en que la comunidad internacional debe contribuir también a ayudar a los millones de sirios que han huido del conflicto en su país y que ahora viven como refugiados en los países vecinos.
"Queremos que el mundo eche una mano", dijo Erdoğan durante un foro de empresarios celebrado en la ciudad turca de İzmir, en la costa turca del Mar Egeo, recordando que su país acoge ya a más de 600.000 sirios, lo que está suponiendo una importante carga para sus recursos económicos, humanitarios y sociales.
"Estamos proporcionando servicios a 600.000 personas que vinieron desde Siria a nuestro país, pero el mundo no nos está apoyando", subrayó el mandatario turco volviendo a hacer hincapié en la escasa colaboración prestada por otros países hasta la fecha, especialmente desde la vecina Europa.
Como dato, el primer ministro señaló que hasta la fecha menos de 100 millones de euros en ayudas han llegado de donantes internacionales, frente a los cerca de 1.500 millones de euros que Turquía ha gastado hasta la fecha en proporcionar comida, educación, alojamiento y asistencia sanitaria entre otros servicios a los refugiados huidos de Siria.
La Agencia de Gestión de Desastres y Emergencias (AFAD) anunciaba la semana pasada que el número de refugiados sirios que se encuentran actualmente acogidos en Turquía ha superado ya los 600.000, de los cuales unos 200.000 se encuentran en los 21 campos para refugiados habilitados por las autoridades turcas en varias provincias del sureste fronterizas con Siria; el resto vive con fondos propios en viviendas de alquiler o en casas de familiares o amigos en Turquía, mientras que otros se ven obligados a vivir en la calle ante la falta de espacio en los campamentos.
Ankara ha denunciado reiteradas veces la pasividad mostrada por la comunidad internacional durante los más de dos años que dura el conflicto, que ha dejado más de 100.000 muertos, 2 millones de refugiados en países vecinos y 5 millones de desplazados internos.
La ONU estima además que durante 2014 habrá dos millones de sirios más que huirán a países vecinos como Turquía, Líbano, Jordania o Irak, a los que se sumarán otros 2,5 millones adicionales de desplazados internos por el conflicto.
Pese a todo, Erdoğan insistió en que su gobierno continuará con la política de "puertas abiertas" a los refugiados civiles que huyen de Siria y afrontando la carga que ello supone porque "son nuestros hermanos". "Pero queremos que el mundo eche una mano", insistió el premier turco.
0 Comentarios