El presidente de la Administración Autónoma Kurda del Norte de Irak (KRG, por sus siglas en inglés), Masud Barzani, acusó esta semana al PYD, considerado como la rama siria del PKK y cuyas milicias armadas recientemente declararon su propio auto-gobierno en el norte del país, de estar perjudicando a los kurdos y de llevar a cabo "acuerdos secretos" con el régimen de Bashar al-Assad para hacerse con el control de la región.
"El PYD reivindica haber llevado a cabo una revolución en Rojava (nombre en kurdo para el norte de Siria). ¿Puedo preguntar contra quién está dirigida esta revolución? La única cosa que hace (el PYD) es gobernar en las áreas que el régimen (de Assad) les ha entregado", explicó en un comunicado emitido el miércoles Barzani, que tiene previsto reunirse el sábado en un importante encuentro con el primer ministro turco Recep Tayyip Erdoğan en la ciudad turca de Diyarbakır, ubicada en la región sureste de Turquía habitada mayoritariamente por kurdos.
Barzani acusó además al PYD de haber violado el acuerdo firmado el 11 de julio del año pasado en la capital del Kurdistán iraquí, Arbil, en el que se establecía que todos los grupos kurdos en Siria debían actuar conjuntamente y en coordinación. "Por desgracia el PYD no ha cumplido este acuerdo... Ha declarado él mismo una fuerza militar de facto, gracias a su armamento militar y a acuerdos mutuos a los que ha llegado con el régimen (de Assad)", añadió el político kurdo-iraquí.
Según anunciaba esta semana uno de los líderes del PYD, Saleh Muslim, el objetivo del grupo armado es formar una asamblea constituyente como primer paso hacia la creación de un gobierno de transición en el norte de Siria bajo su control, y cuyo fin sería celebrar elecciones en el plazo de tres meses. Sin embargo tanto desde Arbil como desde Turquía y Estados Unidos esta iniciativa ha sentado con preocupación por haberse tomado con carácter unilateral y sin consultar al resto de fuerzas y partidos kurdos en la zona.
El propio Barzani expresaba su preocupación por esta declaración asegurando que el PYD estaba presionando y persiguiendo a otros partidos kurdos en el norte de Siria. "La cooperación del PYD con el régimen es un juego peligroso para el futuro de nuestro pueblo en Rojava. El PYD no sólo ha tomado el control de la región, sino que ya ha comenzado a arrestar y matar a miembros de otros partidos", afirmó el líder del Kurdistán iraquí.
"El PYD ha arrastrado a los kurdos a una guerra que no pertenece a los kurdos, y que no les traerá nada. Esta guerra ha forzado a miles de kurdos sirios a emigrar, mientras miembros del PYD se oponen a la unidad kurda y prohíben las banderas del Kurdistán en Rojava. Actualmente han declarado una administración de facto... Esto es claramente un acto unilateral que ignora al resto de partidos kurdos (en la región)", explicó Barzani, cuyo gobierno ha acusado además al PYD de obligar a miles de civiles kurdos del norte de Siria a huir hacia el norte de Irak, y recientemente prohibió la entrada en su territorio de Saleh Muslim.
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