Una asociación de la ciudad turca de Eskişehir, al noroeste del país, ha encargado la escultura de una estatua con la efigie de Ali İsmail Korkmaz, el joven activista de 19 años de edad que falleció el pasado 10 de julio durante las protestas en esta ciudad por el Gezi Park tras recibir una paliza en la calle.
La estatua del joven universitario, encargada por la Federación de Clubes del Pensamiento (FKF), será erigida el próximo 30 de noviembre frente a un centro comercial en pleno centro de la ciudad y muestra a Korkmaz (cuyo apellido significa en turco "sin miedo") con las palmas extendidas formando un pequeño recipiente en el que los pájaros podrán beber.
Ali İsmail Korkmaz, originario de la ciudad de Antakya, falleció el pasado 10 de julio en un hospital de Eskişehir tras haber sufrido una hemorragia cerebral a causa de la paliza que sufrió el 2 de junio, y después de pasar 38 días ingresado, la mayoría de ellos en estado de coma. Los agresores fueron identificados gracias a las grabaciones de unas cámaras de seguridad, pese a que las imágenes tuvieron que ser recuperadas por expertos de la policía tras haber sido borradas por los autores del crimen.
La muerte de la que fue considerada como la quinta víctima mortal de las protestas contra el gobierno por el Gezi Park que se desataron en toda Turquía a finales de mayo volvió a poner en el ojo del huracán a la policía, a la que muchos activistas acusan de haber consentido estas y otras agresiones y de incluso haber participado en ellas vestidos con ropas civiles.
De hecho cuatro de los acusados por su muerte son agentes de policía que en el momento de la paliza vestían ropa de civil. No obstante el gobierno ha decidido trasladar el juicio de Eskişehir a la lejana provincia de Kayseri, más de 500 kilómetros al Este, alegando razones de seguridad.
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