2014 parece estar siendo un año de sequía para Turquía, donde muchas de las reservas de agua de varias ciudades están en niveles mínimos y los expertos advierten que de no tomarse medidas podría haber restricciones durante el próximo verano, un extremo que las autoridades sin embargo desmienten.
Con temperaturas anormalmente altas -más de 10 ºC por encima de la media habitual en invierno- y precipitaciones escasas, los meteorólogos ya han dado la voz de alarma diciendo que aunque se esperan abundantes precipitaciones en los meses de marzo y abril, puede que esto no sea suficiente para eliminar el riesgo de sequía en el país.
De hecho los expertos creen que las reservas de agua potable no serán suficientes para cubrir las necesidades de la población especialmente en grandes ciudades. Así por ejemplo en el pantano de Yuvacık, en la vecina provincia de İzmit, sólo quedan reservas para menos de dos semanas: una situación que las autoridades locales están resolviendo transfiriendo agua hasta el pantano desde el Lago Sapanca, donde el nivel de las aguas es también excepcionalmente bajo. Falta sin embargo, subrayan los especialistas, medidas para ahorrar agua y una campaña de concienciación entre la población para que sea consciente del problema.
En lo que se refiere a agua potable, el problema no es menor en Estambul, la mayor metrópolis del país con unos 15 millones de habitantes. Aunque las autoridades de la ciudad insisten en que quedan reservas para los próximos tres meses, otros expertos sugieren que el agua disponible sólo podrá abastecer a la urbe durante la mitad de ese tiempo, y que el problema se agravará durante el verano cuando aumenta la evaporación y las necesidades de consumo de agua. El pasado lunes 17 el propio alcalde metropolitano de Estambul, Kadir Topbaş, admitía a través de su cuenta oficial en Twitter que la ciudad estaba experimentando un período de sequía.
Los 10 pantanos con que cuenta Estambul para proveerse de agua se encuentran actualmente al 30,87% de su capacidad total, según datos de la Administración Estatal de Aguas de Turquía (DSİ): 42, 11% en el pantano de Ömerli, 0,18% en Pabuçdere, 17,06% en Sazlıdere, 29,26% en Büyükçekmece, 21,05% en Alibey, 40,99% en Terkos, 14,84% en Kazandere, 6,7% en Elmalı, 30,26% en Darlık y 12,97% en Istrancalar.
Otras grandes ciudades afrontan situaciones similares. En la capital del país, Ankara, la media de los seis pantanos que abastecen a la ciudad es del 36%: 13% en el pantano de Kavşakkaya, 16% en Akyar, 31% en Eğrekkaya, 32% en Çubuk, 36% en Çamlıdere y 61% en Kurtboğazı. En İzmir, la tercera mayor conglomeración urbana del país, la situación es un poco mejor comparada con Estambul en los cinco pantanos que tiene esta ciudad, cuyo nivel medio es del 49,44%: 46,98% en el pantano de Balçova, 58,11% en Güzelhisar, 61,49% en Tahtalı, 61,07% en Ürkmez, y 19,56% en Gördes.
El ministro de aguas y bosques, Veysel Eroğlu, declaraba recientemente que unos dos millones y medio de metros cúbicos de agua son consumidos a diario por Estambul, y él mismo admitía el 10 de enero que la metrópolis turca atravesaba una sequía cada siete años y que 2014 parecía ser uno de esos años. Sin embargo Eroğlu ha asegurado que no habrá restricciones. "Proporcionaremos agua, no se preocupen. Tenemos un plan A, B y C", afirmaba el fin de semana el ministro.
Eroğlu también descartaba el jueves recurrir a métodos drásticos como el bombardeo de nubes para provocar artificialmente la lluvia, una técnica muy costosa que ya se empleó en Estambul a principios de los años 90 por el entonces alcalde Nurettin Sözen. "No estamos considerando utilizar bombas de lluvia artificial, porque esto no tiene un resultado significativo", aseguró.
0 Comentarios