La organización internacional de derechos humanos Amnistía Internacional (AI) denunció el martes la práctica de detenciones habituales por parte del gobierno grecochipriota de cientos de inmigrantes y solicitantes de asilo -incluyendo refugiados sirios- durante largos periodos de tiempo, en condiciones similares a las de una prisión y sin justificación legal.
En un comunicado, AI subrayó que las pruebas reunidas por un equipo de investigadores que han visitado Chipre apuntan a que las autoridades grecochipriotas se aprovechan de la legislación de la UE decretando en la práctica la detención automática de cualquier inmigrante sin las garantías legales necesarias.
La organización de derechos humanos afirma que las autoridades de inmigración grecochipriotas tienen como práctica habitual la detención de cientos de inmigrantes y solicitantes de asilo en condiciones similares a las de una prisión durante largos periodos de tiempo mientras simplemente se tramita su expulsión. Entre estas personas se incluyen refugiados sirios, y mujeres que han sido separadas de sus hijos pequeños.
"Es una vergüenza pensar que en el territorio de la UE hay personas que no han cometido ningún delito que están recluidas en duras condiciones parecidas al encarcelamiento durante largos periodos, en algunos casos de 18 meses o más... El centro de Menoyia es una cárcel en todo salvo en el nombre. Tras una doble verja metálica de varios metros de alto, los detenidos se ven obligados a vivir en condiciones de hacinamiento y sólo se les permite salir del edificio durante dos horas y media al día", declaró Sherif Elsayed-Ali, jefe del Equipo sobre Derechos de Personas Refugiadas y Migrantes de Amnistía Internacional.
AI ha documentado al menos dos casos en los que se ha obligado a mujeres detenidas en estos centros para inmigrantes a separarse de sus hijos pequeños -uno de tres años y otro de tan sólo 19 meses- que fueron entregados a los servicios sociales. Ambas mujeres afirmaron posteriormente que el trauma de la separación de sus madres había supuesto un efecto devastador para los niños; una de ellas relató cómo su bebé, al que le costaba dar el pecho, no dejaba de llorar y tenía ojeras, mientras que la otra afirmó que su hijo era incapaz de hablar o de sonreír durante el poco tiempo que podía pasar con él cuando se lo traían mientras estaba detenida. En ambos casos las dos mujeres que sufrieron esta experiencia llevaban muchos años residiendo en Chipre y estaban casadas con ciudadanos de la Unión Europea. Sus hijos también eran ciudadanos de la UE.
"El hecho de que las leyes de la UE permitan encarcelar de hecho hasta 18 meses a personas que no han cometido ningún delito penal es terrible. La UE ha criticado –con razón– la detención prolongada sin cargos en otros países, pero la ha legalizado en su territorio. Las actuales políticas que se aplican a migrantes y solicitantes de asilo son una vergüenza para la UE", denunció Sherif Elsayed-Ali.
En una visita realizada el pasado 6 de marzo por el equipo de investigadores de Amnistía Internacional, éste también encontró a nueve refugiados sirios entre las personas detenidas en el centro de Menoyia. Al menos uno de ellos había solicitado asilo. Esto se produce a pesar de que las autoridades de Nicosia habían asegurado a Amnistía Internacional que a todos los ciudadanos sirios se les concedía protección internacional por sus especiales circunstancias como refugiados de un conflicto bélico, o bien se les proporcionan visados por razones humanitarias.
"Es incomprensible que las autoridades chipriotas detengan a ciudadanos sirios en Menoyia cuando la política oficial de Chipre es no devolver a Siria a ciudadanos sirios”, declaró Elsayed-Ali.
La UE no está dispuesta a ayudar a los refugiados sirios
En otro informe publicado en diciembre de 2013 bajo el título "Fortaleza Europa: La vergonzosa situación de los refugiados sirios, al descubierto", AI ya denunciaba que los Estados miembros de la Unión Europea sólo se han ofrecido a acoger unos 12.000 de entre los refugiados más vulnerables de Siria: una cifra que AI calificó de "ridícula" y "vergonzosa", y que representa tan sólo el 0,5% de los 2,3 millones de personas que han huido del país, y que contrasta por ejemplo con los más de 900.000 que ya acoge Turquía.
La organización de derechos humanos recordó que Nicosia, capital de un Estado miembro de la UE (Chipre), está situada a sólo 300 kilómetros de Damasco, menos que la distancia que separa a París de Londres; sin embargo el conjunto de los Estados miembros de la UE sólo está dispuesto a acoger un porcentaje minúsculo de los refugiados más vulnerables de Siria.
Así, sólo 10 Estados miembros de la UE han ofrecido plazas de reasentamiento o admisión por razones humanitarias a refugiados sirios, destacando con diferencia Alemania, el Estado más generoso al comprometerse a acoger 10.000 refugiados: es decir, el 80% del número total de refugiados que la UE se ha comprometido a acoger en su conjunto.
En el caso de España, ésta sólo ha aceptado acoger a 30 refugiados sirios: es decir, el 0,001% de los refugiados de Siria. Otros 18 países de la Unión Europea -entre ellos Reino Unido e Italia- no han ofrecido por contra ni una sola plaza.
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