Un barrendero urbano de la provincia turca de Adıyaman, al este del país, ha dado todo un ejemplo al devolver a su dueño un maletín que contenía un kilo y medio de anillos de oro que encontró en la calle, y que al parecer pertenecían a una empresa de joyería.
El "héroe" de esta historia se llama Abuzer Çelik y es un trabajador de la limpieza del ayuntamiento de Adıyaman. Çelik encontró mientras realizaba su trabajo cotidiano un maletín que alguien había dejado en la calle, y que decidió entregar inmediatamente a la policía para que localizaran a su dueño.
"Le di los anillos de oro a la policía porque no sabía a quién pertenecían. Los devolví porque habría sido haram (prohibido según la fe musulmana) quedármelos. Tengo seis hijos y no soy rico, pero no utilizo el dinero que no me gano", declaró el honesto barrendero a los periodistas.
Tras dárselos a la policía, ésta entregó los anillos de oro al presidente de la Fundación de Joyeros y Prestamistas de Adıyaman, Ali Yaylagül, para que se los devolviese a su dueño. El valor total de la colección de anillos asciende a 120.000 liras turcas, más de 42.000 euros.
Sus dueños, los representantes de una empresa de joyería de otra ciudad que habían llegado a Adıyaman para hacer unos negocios, le han regalado dos de ellos al humilde barrendero. Además la subcontrata que realiza los servicios de limpieza para el ayuntamiento de Adıyaman y para la que trabaja Çelik ha decidido darle tres días de vacaciones pagadas como recompensa por su noble acción.
"Realmente le estamos agradecidos a esta persona que encontró los anillos de oro. Los propietarios de la empresa que los dejó (olvidados) quisieron que le diese (a Çelik) dos de los anillos como un presente. Les regalamos estos dos anillos a él y a su esposa: él se ha comportado de forma muy humana", explicó Yaylagül.
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