Un gran número de personas se concentró en la madrugada del sábado en la Plaza Sultanahmet de Estambul frente al Museo de Santa Sofía para pedir que el templo vuelva a ser habilitado como una mezquita y se permita la celebración de actos religiosos en su interior.
El acto fue convocado por la Asociación de Juventud de Anatolia (AGD), que pretendía así aprovechar el aniversario de la conquista de la ciudad por las tropas otomanas al mando del Sultán Mehmet II el Conquistador, celebrado cada 29 de mayo.
El reputado recitador del adhan (llamada a la oración) de Arabia Saudí, Shaykh Abdullah Basfar, participó en la concentración y dirigió la oración celebrada antes de la salida del sol, tras lo cual la multitud abandonó el lugar pacíficamente no sin antes corear eslóganes pidiendo que Santa Sofía vuelva a ser una mezquita.
Santa Sofía (Ayasofya, en turco) fue erigida en el año 537 por el emperador romano-bizantino Justiniano I, y funcionó como basílica cristiana ortodoxa hasta la conquista de la ciudad en 1453 por los otomanos, cuando fue reconvertida en mezquita sirviendo además como modelo para numerosos templos musulmanes por todo el Imperio Otomano.
Durante casi 500 años el templo fue una mezquita hasta que la disolución del sultanato y la proclamación de la República Turca por Mustafa Kemal Atatürk llevó a su reapertura como museo en 1935, función que ha cumplido desde entonces.
En los últimos años sin embargo varios grupos de corte nacionalista han organizado campañas para pedir que el edificio vuelva a albergar ceremonias religiosas, alentados por los permisos que el gobierno turco ha dado a las minorías cristianas para actos similares en antiguos edificios cristianos que actualmente funcionan como museos, como el Monasterio greco-ortodoxo de Sümela (Trabzon) o la iglesia armenia de Akdamar (Van).
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