Las fuertes lluvias acompañadas incluso de granizo caídas en las últimas horas sobre la mayor ciudad de Turquía, Estambul, provocaron el lunes el caos al causar graves inundaciones que bloquearon el tráfico y dejaron atrapados a numerosos viandantes.
El distrito de Üsküdar, ubicado en el lado asiático de la ciudad a orillas del Estrecho del Bósforo, fue uno de los más gravemente afectados por la crecida, que cubrió calles y aceras haciendo que el nivel del agua aumentara hasta nivelarse con el del mar circundante.
Lo que en un principio comenzó hacia las 17:00 hora local (16:00 CET) como una fuerte tormenta, se tornó en un potente aguacero que sorprendió a los habitantes de Estambul, que trataron de guarecerse y protegerse de la lluvia como pudieron.
En el lado europeo de la ciudad, los barrios de Bağcılar, Halkalı, Esenler y Bakırköy se encontraron entre los más afectados, y el agua anegó túneles, pasos subterráneos y parkings dejando atrapados a decenas de vehículos, con el nivel del agua llegando a crecer hasta metro y medio en sólo 15 minutos en algunas zonas.
Las lluvias y las inundaciones que estas dejaron se produjeron en plena hora punta, lo que complicó seriamente la circulación en una metrópolis de 15 millones de habitantes conocida ya de por sí por ser una de las ciudades con peor tráfico del mundo.
La crecida de las aguas provocó escenas de pánico y tensión, como cuando una ambulancia se quedó atrapada en el distrito asiático de Ataşehir y sus ocupantes tuvieron que ser rescatados. Los servicios de transporte público como metrobús y minibuses se convirtieron también en refugios improvisados para muchas personas que intentaban protegerse de lo que muchos compararon con un diluvio.
Por ahora las autoridades no han informado de víctimas o heridos, aunque los servicios de emergencia y especialmente los bomberos se han visto colapsados por numerosas llamadas de socorro.
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