Tras más de dos meses de retrasos respecto a la fecha prevista a causa de una serie de sabotajes que han afectado a las pruebas y procesos de certificación, este viernes se inaugura finalmente con una gran ceremonia a la que asistirán varias autoridades -incluyendo el primer ministro Recep Tayyip Erdoğan- la nueva línea de alta velocidad que conectará por ferrocarril las dos ciudades más importantes de Turquía, Estambul y Ankara.
En declaraciones hechas antes de la inauguración por el ministro de transportes turco, Lütfi Elvan, éste indicó que la nueva línea realizaría diariamente 12 viajes de ida y vuelta entre ambas ciudades, acortando el tiempo de desplazamiento entre la ciudad más grande del país y la capital hasta dejarlo en sólo 3 horas y media. Aún no se conoce el precio que tendrá un billete entre Estambul y Ankara, pero se estima que ronde las 75 liras (algo más de 25 euros).
Turquía ha apostado por una fuerte inversión en comunicaciones, incluyendo la ampliación de la red ferroviaria y la construcción de líneas de alta velocidad, y planea que hasta 2023 -cuando se cumplirá el primer centenario de la fundación de la República- haya construidos un total de 10.000 kilómetros de líneas de alta velocidad que conectarán 15 grandes ciudades. De hecho los Ferrocarriles Estatales Turcos (TCDD) anunciaban el pasado enero que invertirían casi la mitad de su presupuesto para 2014, estimado en unos 620 millones de euros, en proyectos de alta velocidad. Hasta ahora sólo Ankara, Konya y Eskişehir estaban conectadas por este tipo de trenes.
La línea entre Ankara y Estambul tendrá 9 paradas (Polatlı, Eskişehir, Bozüyük, Bilecik, Pamukova, Sapanca, İzmit, Gebze y Pendik), algunas de las cuales ya se encuentran en funcionamiento en el tramo inaugurado en 2009 entre Eskişehir y Ankara. Se espera que la alta velocidad contribuya a aumentar hasta el 78% el porcentaje de viajeros que utiliza el tren para desplazarse entre Estambul y Ankara, frente al 10% actual.
Una vez entre en servicio, la nueva línea permitirá recorrer a más de 250 kilómetros por hora los cerca de 500 kilómetros que separan las dos principales ciudades de Turquía en poco más de tres horas (frente a las cinco horas que se tarda en coche, o las más de seis horas en autobús), conectándose a su llegada a Estambul con el túnel submarino Marmaray bajo el Estrecho del Bósforo desde la estación de Pendik, lo que posibilitará cruzar en tren desde Asia hacia Europa.
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