El general estadounidense Martin E. Dempsey, actual Jefe del Estado Mayor Conjunto de los Estados Unidos, afirmó el martes en declaraciones realizadas ante una comisión del Senado que no dudará en recomendar al presidente Barack Obama el envío de tropas a Irak si la actual campaña de bombardeos puesta en marcha para frenar el avance del Estado Islámico (IS, por sus siglas en inglés) en Siria e Irak no logra sus objetivos.
“Si llegamos a un punto en el que crea que nuestros asesores (en Irak) deben acompañar a las tropas iraquíes en ataques específicos contra objetivos del IS, le recomendaré eso al Presidente”, dijo Dempsey, máximo jefe militar de las fuerzas armadas estadounidenses, en declaraciones hechas ante la Comisión de las Fuerzas Armadas del Senado.
Preguntado entonces por qué ocurriría si las fuerzas de la coalición internacional impulsada por EE.UU. para realizar ataques aéreos contra el grupo yihadista no lograse sus fines, Dempsey se mostró claro: “Por supuesto (en ese caso), yo volvería al Presidente (Obama) y le haría una recomendación que podría incluir el uso de fuerzas militares terrestres de los Estados Unidos (en Irak)”.
Por su parte el Secretario de Defensa Chuck Hagel, que compareció también ante la misma comisión senatorial, advirtió que la lucha contra el Estado Islámico llevará tiempo. “Ésta no será una labor fácil o breve. Es algo complicado. Estamos en guerra con el IS, al igual que lo estamos contra Al-Qaeda. Pero destruir al IS requerirá más que simplemente el esfuerzo militar”, comentó Hagel, subrayando no obstante que de no hacerse nada “el IS supondrá una amenaza directa a nuestra patria y a nuestros aliados”.
Las fuerzas aéreas estadounidenses han llevado a cabo más de 160 bombardeos en Irak desde finales de agosto, pero no ha sido hasta el lunes que el Pentágono confirmó los primeros ataques bajo la nueva estrategia anunciada la semana pasada por Obama, que además de incluir bombardeos contra objetivos del IS también en Siria, no limitan estos a misiones humanitarias o para proteger a ciudadanos norteamericanos. La CIA estima que el IS ha triplicado –al menos- sus fuerzas en los últimos meses y que podría contar actualmente con más de 31.000 combatientes en sus filas.
Como parte de los planes de la Casa Blanca para combatir al IS, Estados Unidos planea no sólo incrementar sus recursos destinados a formar y entrenar al ejército iraquí, sino también entrenar y armar a las fuerzas de la oposición siria que combaten contra el régimen de Bashar al-Assad, además de al Estado Islámico.
Por ahora y según confirmó el propio Hagel, el objetivo de la nueva estrategia de Washington en la región consiste en equipar, instruir y abastecer a unos 5.000 rebeldes sirios al año en unas instalaciones que estarán ubicadas en Arabia Saudí, en el marco de un plan para el que EE.UU. destinará 500 millones de dólares y que les proporcionará armas, vehículos y equipos básicos, además de entrenamiento en tácticas y estrategias militares.
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