El puente de cuatro días con motivo de la fiesta musulmana del Sacrificio (Kurban Bayramı, en turco) había dejado a última hora del martes un total de 68 muertos y 367 heridos en las carreteras turcas, según informaciones publicadas en varios portales informativos del país euroasiático.

Desde que el pasado viernes cientos de miles de vehículos colapsaran las carreteras turcas, a medida que millones de ciudadanos se desplazaban a otras provincias para pasar las fiestas con sus familiares, el asfalto se ha cobrado todos los días un buen número de vidas, la mayor parte en siniestros relacionados con el exceso de velocidad y otras imprudencias al volante. Muchos accidentes tuvieron también como protagonistas a motoristas que no respetaron las normas de tráfico.

Pese al elevado número de fallecidos, la cifra es relativamente positiva si la comparamos con las fiestas del año pasado, en las que hubo 131 muertos, si bien hay que tener en cuenta que en 2013 el puente se prolongó durante cerca de una semana. Entre otras medidas, las autoridades reforzaron los controles en las carreteras desde el viernes y todo el personal del cuerpo de policía trabajó durante la festividad, llevando a cabo inspecciones sorpresa en todo tipo de vehículos. Pese a todo, una media de 12 personas murieron cada día en las carreteras turcas.

Durante la operación retorno del martes, las largas caravanas de vehículos regresando a sus lugares de residencia se hicieron especialmente interminables en Estambul, donde se formaron retenciones de hasta 50 kilómetros en algunos casos agravadas por pequeños accidentes.