Billy Hayes, el protagonista en la vida real de la galardonada película de 1978 “El Expreso de Medianoche”, aprovechó la celebración el pasado 29 de octubre del Día de la República Turca para reivindicar su amor por Turquía, lamentando la imagen que el film ha dado del país todos estos años.
Durante el desfile organizado en la ciudad de Nueva York con motivo de la fiesta nacional de Turquía –que conmemora la proclamación de la República en 1923 por Mustafa Kemal Atatürk-, Hayes quiso reconciliarse con el pueblo turco con un gesto simbólico y expresar una vez más su pesar por la imagen negativa que su historia, ocurrida en 1970 y llevada ocho años más tarde a la gran pantalla por el director Alan Parker y con un guión de Oliver Stone, ha dado a lo largo de los años del pueblo turco.
“Es algo muy potente para mí ser capaz de volver después de estos 40 años y hacer este comunicado hoy aquí, y ser aceptado por el pueblo turco que, durante muchos años, no quiso recibirme a causa de mi película”, explicó antes de proceder a izar la bandera de Turquía un emocionado Hayes, quien junto con el propio Stone han expresado en numerosas ocasiones su pesar por los prejuicios que la película, basada en un relato autobiográfico de Hayes y ganadora de dos Oscar, ha causado hacia la imagen de Turquía.
“Tengo la esperanza de que la gente será (a partir de ahora) más consciente de mis verdaderos sentimientos hacia Turquía y el pueblo turco, y se dará cuenta de que la película que ven (en el Expreso de Medianoche) es sólo una película”, insistió Hayes, quien aseguró que durante todos estos años ha intentado cambiar esa percepción negativa ofrecida por el film, algo que reconoció le ha resultado muy frustrante.
“Las prisiones eran malas, pero no el país”, subrayó el autor de la novela “El Expreso de Medianoche” en la que se basó la película del mismo nombre. Entonces un estudiante estadounidense, Hayes fue capturado por la policía turca en el aeropuerto de Estambul tratando de traficar con hachís y resultó condenado a cuatro años de cárcel en la prisión de Sağmalcılar, desde donde posteriormente fue internado en un centro de internamiento psiquiátrico y condenado a cadena perpetúa.
En 1975 y tras una amnistía declarada por las autoridades turcas para delitos de narcotráfico, la pena de Hayes fue reducida a 25 años y fue trasladado a la prisión de İmralı, logrando poco después escapar a Grecia, siendo posteriormente deportado a Estados Unidos. Pese a manifestar reiteradamente su amor por Turquía y su pueblo, Hayes dudó en regresar durante años por temor a ser detenido; lo hizo finalmente en junio de 2007 en una conferencia organizada por la propia policía turca, en la que pidió disculpas públicas al pueblo turco.
La película “El Expreso de Medianoche” presentó numerosas diferencias con respecto al relato real contado por Hayes en su libro, con varias escenas inventadas –especialmente las violentas- incluyendo el asesinato de un guardia de la prisión o un intento de violación, negando el propio autor haber sufrido cualquier tipo de agresión sexual durante su estancia en la cárcel. Desde su estreno y en numerosas entrevistas a lo largo de los años, Hayes ha mostrado su decepción con la adaptación de su relato al cine y especialmente con la imagen negativa que se da de los turcos y del país en general.
0 Comentarios