La selección turca continúa en horas bajas. Fatih Terim, criticado ya, sigue sin dar con la tecla y el combinado euroasiático volvió a dar una mala imagen. Esta vez el rival no fue otro que una Brasil que no pasó apuros para llevarse la victoria en su visita a la ciudad el Bósforo.
Tres millones de euros pagó la Federación Turca de Fútbol para ver a la pentacampeona en Estambul y a cambio se llevaron cuatro goles. El partido disputado en el feudo del Fenerbahçe, el Şükrü Saracoğlu, volvió a poner de relieve las carencias de Turquía y el mal nivel que atraviesa la selección en la actualidad.
Veinte minutos tardaron los visitantes en adelantarse en el marcador. Un pase en largo de Fernandinho a la espalda de la zaga turca lo aprovechó Neymar para batir sin problemas a Volkan Demirel. Apenas se había repuesto la hinchada local del gol brasileño cuando Semih Kaya empujó a su propia portería un centro de Danilo. Al central del Galatasaray, a quien se le relaciona con el Atlético de Madrid, no le sonríe la suerte estas semanas y ya suma dos goles en propia en sus últimos dos partidos.
Tras el 0-2, Turquía, liderada por Arda Turan, pareció rehacerse pero al borde del descanso Willian, a pase de Neymar, terminaba con cualquier atisbo de reacción. En el descanso, Terim introdujo hasta cuatro cambios, mientras que Dunga no sustituyó a ninguno de sus jugadores hasta bien entrada la segunda parte. A la hora de juego, Neymar lograba su doblete y daba por concluido el partido. En los últimos minutos, ambos equipos sacaron la bandera blanca en un pacto de no agresión futbolístico.
Si Terim quería moral de cara al vital partido que enfrentará a los suyos con Kazajistán el domingo, se equivocó de rival. Además, diversas decisiones del seleccionador, como no convocar a Hakan Çalhanoğlu y Ömer Toprak (ambos del Bayer Leverkusen), y la carencia de una idea clara, hacen que el futuro pinte negro para una Turquía que aspira clasificarse para la Euro 2016.
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