Miles de personas se concentraron esta semana en la ciudad alemana de Offenbach, al suroeste del país, para rendir homenaje a Tuğçe Albayrak, una joven de origen turco que resultó brutalmente golpeada tratando de evitar que dos mujeres alemanas fueran agredidas sexualmente por varios hombres.
El suceso se produjo el pasado 15 de noviembre, cuando Tuğçe, una estudiante turca de 22 años de edad, intervino cuando observó que tres hombres de origen serbio acosaban a dos mujeres alemanas en los baños un restaurante de comida rápida de la ciudad de Offenbach. Tuğçe gritó pidiendo ayuda y salvó a las dos mujeres, pero una hora más tarde uno de los agresores, un joven de 18 años identificado como Sanel M., la agredía salvajemente en un aparcamiento, dejándola en estado de coma.
Tras casi dos semanas en coma en un hospital esperando que se recuperara, los médicos eran los encargados de comunicar el pasado miércoles a sus familiares la triste noticia de que Tuğçe había sido declarada en muerte cerebral. Finalmente el viernes 28 de noviembre, coincidiendo con la fecha de su 23 cumpleaños, sus padres decidían retirarle los sistemas de soporte vital que la mantenían con vida.
Un día antes, el jueves, cientos de personas se congregaban en silencio frente al restaurante donde ocurrió el incidente con fotos de la joven bajo las cuales podían leerse frases en turco y alemán diciendo “Danke Tuğçe” (“Gracias Tuğçe”), agradeciendo el gesto heroico de la víctima; muchos vestían también camisetas con la imagen de la joven en las que podía leerse escrito en turco “Seni seviyoruz” (“Te queremos”).
En declaraciones realizadas al diario turco Hürriyet por Yasin Albayrak, uno de los familiares de Tuğçe, éste lamentó que los familiares de los agresores no hubieran expresado su pesar por lo ocurrido. “Sus chicos cometieron un error; podrían al menos decir que también sienten nuestro dolor. Yo lo siento también por ese muchacho, pero supongo que ellos no sienten lo que le ha pasado a nuestra niña”.
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