Una pequeña mezquita en la ciudad sueca de Eslov, al sur del país, sufrió nuevamente un ataque incendiario menos de una semana después de que otro lugar de culto de la comunidad musulmana sueca fuese devastado por las llamas en la ciudad septentrional de Eskilstuna el pasado 25 de diciembre.
El incidente tenía lugar a las 3:15 de la madrugada en un momento en que el local, un centro cultural ubicado en los bajos de un edificio que hacía las veces de mezquita para la comunidad musulmana local, se encontraba vacío. Los autores actuaron con un método similar al del ataque de Navidad, arrojando nuevamente un artefacto incendiario a través de una de las ventanas, si bien en esta ocasión nadie resultó herido y los bomberos lograron extinguir a tiempo las llamas, que causaron daños menores.
Se trata del tercer ataque contra un centro de culto musulmán en menos de una semana en Suecia, ya que el mismo 25 de diciembre, pocas horas después de que un incendio dejara cinco heridos en una mezquita de Eskilstuna, una persona sin identificar rompió la ventana de otra mezquita en la misma ciudad, según confirmaron fuentes policiales, que en los tres casos trabajan con la hipótesis de ataques premeditados.
Suecia, un país tradicionalmente considerado como tolerante y abierto, ha vivido sin embargo en los últimos años un preocupante ascenso de partidos ultraderechistas como los Demócratas Suecos, que se ha convertido en la tercera fuerza más votada y que tiene un fuerte discurso nacionalista y anti-inmigración. Según la Fundación Expo, una organización sueca que estudia y denuncia las tendencias extremistas, racistas y anti-democráticas en la sociedad, sólo este año se han producido al menos otros 12 ataques contra mezquitas en el país.
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