Más de 300 inmigrantes subsaharianos podrían haber fallecido ahogados en aguas del Mediterráneo en las últimas 24 horas, después de que un puñado de supervivientes fueran localizados por guardacostas italianos frente a las costas de la isla de Lampedusa, situada entre Sicilia y Túnez.

Las víctimas formarían parte de un grupo de varios cientos de subsaharianos que habrían partido de las costas de Libia durante el pasado sábado a bordo de cuatro embarcaciones, según informaron fuentes del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR); sin embargo por lo menos dos de ellas habrían volcado en aguas del Mediterráneo, según el testimonio recogido a partir de nueve supervivientes que lograron llegar hasta la isla italiana de Lampedusa tras pasar “días y noches en el mar”.

Los inmigrantes rescatados habrían descrito una pavorosa epopeya tras pasar varios días en el mar, describiendo cómo vieron morir a decenas de personas al tiempo que habrían indicado que había varios menores de edad –de hasta 12 años- entre el grupo. El responsable de ACNUR en Europa, Vincent Cochetel, describió la tragedia como “horrible e inmensa” y añadió que lo ocurrido era un recordatorio del destino que afrontan quienes tratan de escapar de la miseria en África y que son “dejados a su suerte en el mar”.

Inicialmente se habló de unos 200 fallecidos, pero las últimas estimaciones elevan esa cifra hasta las 300 personas ahogadas. “Los supervivientes dicen que había otra lancha con ellos, pero no saben lo que les ha ocurrido a los que iban a bordo de la otra embarcación”, declaró una responsable de ACNUR en Italia. Las autoridades han advertido que el número final de muertos podría superar incluso los 350.

Sólo durante 2014 y en esta región del Mediterráneo, más de 3.400 personas murieron tratando de cruzar el mar para llegar hasta Italia, según cifras oficiales, mientras que otras 150.000 personas pudieron ser rescatadas por la marina italiana.