Dos pilotos del ejército turco fallecían el jueves por la mañana en la provincia de Konya, en la región de Anatolia Central, después de que el caza F-4 que pilotaban se estrellase, en el segundo accidente mortal de este tipo en poco más de una semana en el que ha estado implicado este modelo de avión.

El aparato, un F-4E 2020 destinado a misiones de entrenamiento, despegaba a las 8:58 hora local (7:58 CET) de una base aérea en la provincia de Eskişehir, y se estrelló menos de una hora después (a las 9:50) en un campo de tiro del distrito de Karatay, en la provincia de Konya, según confirmaron las Fuerzas Armadas Turcas (TSK) en un comunicado difundido a través de su página web oficial.

“Se estrelló en Konya por razones desconocidas. Los dos pilotos han muerto. Se ha iniciado una investigación sobre las causas del accidente” concluía la nota hecha pública por el ejército. Los pilotos fallecidos han sido identificados como Mustafa Tanış y Mustafa Delikanlı.

Se trata del segundo accidente que implica a un caza modelo F-4 en menos de una semana, después de que dos aviones de este mismo tipo se estrellasen el pasado martes 24 de febrero en la provincia oriental de Malatya, en un siniestro que causó la muerte a cuatro pilotos que practicaban una misión de entrenamiento.

Los cazas de tipo F-4 Phantom fueron adquiridos por primera vez por el ejército turco en el año 1980 a Estados Unidos; sustituidos progresivamente por el F-16, que forma actualmente el núcleo de las fuerzas aéreas de Turquía, muchos de los F-4 fueron desechados y el resto se sometieron a una serie de procesos de modernización y actualización a lo largo de los años, siendo dedicados principalmente a avión de prácticas para los pilotos. No obstante el elevado número de accidentes con este tipo de aparatos ha desatado las dudas sobre su seguridad, lo que podría acelerar su retirada del servicio activo.