El Festival de Cine de Estambul, que se celebra entre el 4 y el 19 de abril y cumple este año su 34ª edición, afronta una importante crisis después de que la proyección de más de una veintena de películas y varios actos del festival hayan sido cancelados en protesta por la decisión del gobierno de bloquear la proyección de la película “Bakur” (Norte), un documental dirigido por Çayan Demirel y Ertuğrul Mavioğlu que aborda la vida en los campamentos del grupo terrorista PKK.
La propia dirección del festival anunciaba la cancelación de varias de las secciones nacionales e internacionales –incluyendo el concurso nacional de cortos- así como la suspensión de la ceremonia de clausura del festival, en medio de las acusaciones de censura que ha habido tanto por parte de varios directores, como desde la propia organización y el jurado. Un total de 22 películas han decidido retirarse del festival en protesta.
La cancelación de la proyección de Bakur era anunciada el pasado 12 de abril por los responsables de la organización, después de haber recibido una notificación ministerial en la que se advertía que el documental carecía de un “certificado de registro” que se exige a las películas realizadas en Turquía, pero que sin embargo no se requiere a las producciones extranjeras ni se incluye entre los requisitos para los films proyectados en el festival.
“El 11 de abril recibimos una notificación oficial del Ministerio de Cultura y Turismo que nos recordaba la entrada en vigor de las leyes y regulaciones; éstas requieren que las películas producidas en Turquía tengan un ‘certificado de registro’. Bakur era la primera película que iba a ser proyectada (en el festival) que no tenía este certificado. Hay muchas otras películas sin ese certificado”, explicaba el lunes en una conferencia de prensa la presidenta del Festival de Cine de Estambul, Azize Tan.
Tan añadió que la organización respetaba y apoyaba la decisión de los directores que habían decidido retirar sus propias películas del concurso en protesta por lo que consideran un acto encubierto de “opresión y censura”. “Es imposible hacer películas en un país donde existe censura”, explicaron los directores y productores de las 22 películas retiradas, en una declaración conjunta.
Zeki Demirkubuz, director y presidente este año del jurado para la competición nacional, se refirió también a la polémica diciendo que a su juicio la decisión de bloquear la proyección de Bakur estaba motivada por su temática y por la proximidad de las elecciones generales en el país. “Buñuel hizo sus mejores películas durante la época de Franco. Si un cineasta no es lo suficientemente listo para enfrentarse al poder existente, entonces es hora de rendirse”, subrayó Demirkubuz.
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