Fuentes de la Presidencia de la República Turca citadas el jueves por la prensa turca negaron rotundamente que la conversión del histórico museo de Santa Sofía, construido como basílica bizantina en el siglo VI y actualmente uno de los monumentos más visitados de Estambul, estén en la agenda del gobierno o del presidente del país.
“Todas las afirmaciones respecto a la conversión de Santa Sofía en una mezquita son falsas”, recalcó la fuente presidencial, citada entre otros por el diario progubernamental Sabah, después de que rumores sobre un posible uso religioso del monumento hayan estado circulando de forma constante en los últimos años.
Al menos desde 2012 existe una campaña organizada de recogida de firmas con este objetivo que ha tenido un éxito desigual; además, el pasado domingo varios cientos de personas participaban en una manifestación en la Plaza Sultanahmet de Estambul en apoyo del ex presidente egipcio Mohamed Morsi y pidiendo que el museo de Santa Sofía volviese a funcionar como mezquita.
No obstante hasta la fecha ni el primer ministro ni el presidente turco se han mostrado a favor de una medida de este tipo. La polémica entre los más acérrimos detractores de esta idea volvió a avivarse después de que a principios de abril, Santa Sofía acogiera una exposición que conmemoraba el nacimiento del profeta Mahoma, durante cuyo acto inaugural y por primera vez en 85 años se recitaron en alto versos del Corán.
Inaugurada en el año 537 de nuestra era bajo el reinado del emperador Justiniano, el templo funcionó como basílica ortodoxa hasta la conquista de la ciudad de Constantinopla por los otomanos en 1453, que la reconvirtieron en mezquita y le añadieron los actuales minaretes así como parte de la decoración que se observa en su interior.
El edificio continuó funcionando como tal hasta que en 1931, ya bajo la República Turca y la presidencia de Mustafa Kemal Atatürk, fue clausurada durante cuatro años y reabierta en 1935 como museo laico. Santa Sofía (Ayasofya, en turco) ha servido a lo largo de los siglos de inspiración a muchos otros edificios, incluyendo las mezquitas otomanas más icónicas y antiguas de Estambul, como Sultanahmet (la llamada “Mezquita Azul”), Şehzade, Süleymaniye, Rüstem Pasha o Kılıç Ali Paşa.
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