Al menos tres personas fallecieron el miércoles y otras siete resultaron heridas después de que un coche bomba hiciese explosión cerca de la embajada de Turquía en la capital de Somalia, Mogadiscio.
Según informaron fuentes de seguridad, un vehículo conducido por un terrorista suicida habría explotado al paso de un camión del ejército, tras lo cual pudo escucharse un intercambio de disparos. Un convoy militar de la misión en Somalia de la Unión Africana (AMISOM) se encontraba también en las proximidades en el momento de la explosión, por lo que el ataque podría haber estado dirigido contra éste.
El atentado no ha sido aún reivindicado pero todo apunta a los rebeldes extremistas del grupo Al-Shabaab, que el pasado domingo ya atentaron de la misma forma en Mogadiscio. A finales de enero otro atentado suicida frente al hotel SYL de la capital somalí, donde se hospedaba una delegación turca que aguardaba la visita prevista al día siguiente del presidente turco Recep Tayyip Erdoğan, ya fue reivindicado por Al-Shabaab.
Turquía es uno de los pocos países que mantiene una embajada en Somalia, un país con un gobierno débil que intenta superar una guerra civil iniciada en 1991 con ayuda de tropas de pacificación etíopes y de la Unión Africana, que han logrado expulsar a las milicias radicales de Al-Shabaab de sus principales bastiones en la región. Pese a ello, el grupo ha continuado con sus ataques incluyendo atentados suicidas, algunos de los cuales han tenido por objetivo a personal y diplomáticos turcos.
En 2011 se estableció la embajada turca en Mogadiscio tras la visita que en agosto de ese año llevó a cabo el entonces primer ministro turco Recep Tayyip Erdoğan acompañado de su esposa. Ankara ha llevado a cabo desde entonces importantes inversiones en el país en infraestructuras civiles, centros médicos y educativos, destinando una importante ayuda humanitaria y enviando fondos regularmente al gobierno somalí. Pese a todo, la seguridad del personal turco en el país ha sido puesta en entredicho en varias ocasiones a causa de los continuos ataques y atentados.
En mayo de 2014 un responsable de la compañía aérea Turkish Airlines (THY) en Somalia murió asesinado en Mogadiscio después de que su coche resultara tiroteado. Un mes antes, tres trabajadores turcos resultaban heridos durante un ataque con cohetes perpetrado contra la embajada de Turquía, que en julio de 2013 ya fue objetivo directo de un atentado suicida que mató a un guardia de seguridad.
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