El primer ministro turco en funciones y líder del partido AK, Ahmet Davutoğlu, completó el miércoles su primera ronda de contactos con los partidos políticos de la oposición que obtuvieron representación parlamentaria tras las elecciones legislativas celebradas el pasado 7 de junio, con el objetivo de formar un ejecutivo de coalición que evite tener que acudir a unas elecciones anticipadas.
La visita a la sede del Partido Democrático de los Pueblos (HDP) fue la más larga de las reuniones celebradas hasta ahora por Davutoğlu, y se prolongó durante prácticamente dos horas; sin embargo, de las declaraciones realizadas por el primer ministro tras el encuentro con este partido, se desprende que el HDP mantiene su postura de no dar su apoyo al AKP para formar un gobierno con la mayoría suficiente.
Tras la negativa también formulada el martes por el líder del MHP, Devlet Bahçeli, de entrar en un ejecutivo de coalición con cualquier partido, la única opción que le queda al AK Parti sobre la mesa es la de negociar con el principal partido de la oposición, el Partido Republicano del Pueblo (CHP), el único que hasta ahora ha dejado la puerta abierta a un pacto pese a que a priori son muchas y profundas las diferencias que separan a ambas formaciones en temas que van desde la política exterior al proceso de paz o las reformas constitucionales, entre otros.
Precisamente tras la reunión celebrada el miércoles entre representantes del AKP y el HDP, fue el llamado “proceso de solución” –las negociaciones de paz con el grupo terrorista PKK- el tema que dominó las declaraciones de los líderes de ambos partidos.
“El desarme en Turquía se producirá de una forma u otra. Logremos juntos que esto ocurra”, dijo Davutoğlu en la conferencia de prensa posterior, poniendo énfasis en la necesidad de que el grupo armado deje de justificar la violencia en un momento especialmente delicado, en el que el PKK ha amenazado con retomar las armas acusando al gobierno de aprovechar el teórico alto al fuego para construir nuevos puestos de policía en el sureste de Turquía.
Demirtaş: el PKK debe abandonar por completo la violencia contra Turquía
En este sentido, un día antes y en declaraciones a un canal de televisión privado, el co-presidente del HDP Selahattin Demirtaş quiso dejar claro el rechazo a la violencia por parte de su partido –muchos siguen considerando al HDP como el brazo político del PKK- con un llamamiento claro al PKK a deponer las armas, si bien añadió que esto no era suficiente para hallar una solución al conflicto.
“El modo de que el PKK deje de ser una amenaza es por medio de negociaciones. Si dependiera de nuestro llamamiento, haría un llamamiento ahora y antes... No depende de nosotros, pero hago (ahora) un llamamiento: el PKK debe deponer de forma absoluta las armas contra Turquía”, dijo Demirtaş.
Davutoğlu, que mostró su satisfacción por estas declaraciones de Demirtaş, citó el miércoles unas palabras que éste pronunció durante la reunión en la que afirmó que “dado que la democracia (en Turquía) está aumentando, (el recurso de) las armas debería reducirse gradualmente al mínimo y finalmente a cero”. No obstante Davutoğlu subrayó que a lo largo de estos 13 años de gobierno de su partido se han producido avances muy importantes en términos democráticos en Turquía, que sin embargo no han producido ningún tipo de desarme por parte del PKK.
Pese a todo, el líder del AKP recalcó el cambio positivo experimentando por la retórica usada por el HDP especialmente desde las últimas elecciones. “En la reunión de hoy, su enfoque ha sido ‘Estamos dispuestos a discutir cualquier tema con el AKP’. Podemos tratar cualquier asunto, pero no se dan las condiciones para una coalición (entre ambos partidos). No obstante, continuaremos los contactos. Los puntos de vista del HDP son tan importantes como los del CHP o el MHP”, declaró Davutoğlu.
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