El gobierno español se sumó el lunes a las voces de condena lanzadas desde numerosos países y organismos internacionales por el atentado suicida que costó el lunes la vida a al menos 32 personas y dejó cerca de un centenar de heridos, varios de ellos en estado crítico.
En un comunicado emitido por el Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación (MAEC) y difundido por la Embajada de España en Ankara, el gobierno español condenaba “con la mayor contundencia” el ataque del lunes haciéndose además eco de las sospechas que apuntan principalmente al grupo terrorista autodenominado Estado Islámico o IS (Daesh, según su nombre en árabe) como autor del brutal atentado.
El objetivo del atentado fue una reunión de unos 300 jóvenes procedentes de toda Turquía y convocados por una asociación pro-kurda que tenían previsto viajar a la vecina Kobane, y que se habían reunido en los jardines de un centro cultural del ayuntamiento de Suruç poco antes de cruzar la frontera hasta la ciudad siria, donde tenían previsto participar hasta el 26 de julio en varias tareas incluyendo la construcción de un parque infantil, la asistencia sanitaria a la población civil, y la plantación de un bosque en memoria de las víctimas.
En la nota dada a conocer por el MAEC, el gobierno de Madrid “manifiesta su más profunda solidaridad a los familiares de los fallecidos, y su deseo de que los heridos puedan recuperarse cuanto antes”. Así mismo “España expresa su cercanía a las autoridades y al pueblo de Turquía en esta hora de dolor, y confía en que la violencia terrorista pueda ser erradicada en el más breve plazo, y que triunfe el respeto a los derechos humanos”, concluye el comunicado.
Turquía busca a tres terroristas suicidas
Mientras la prensa turca informaba el martes que las autoridades sospechan que la persona que se inmoló en el atentado suicida podría ser una mujer que cruzó el mes pasado la frontera turca desde Siria.
Según informó el diario Habertürk, la Dirección General de Seguridad de Turquía (Emniyet Genel Müdürlüğü o EGM, en turco) habría advertido el pasado mes de junio que tres militantes del Daesh -Fadime Kurt, Özlem Yılmaz y Nuray Demirel- habrían cruzado desde Siria a Turquía y podrían llevar a cabo atentados en este país.
De acuerdo a dichas informaciones, la foto de Yılmaz –una de las principales sospechosas- había sido distribuida recientemente a las oficinas de gobernadores de varias provincias turcas acompañada de un informe en el que se alertaba de un “posible ataque” terrorista.
En este sentido, medios turcos informaban el martes que el gobernador de la provincia fronteriza de Şanlıurfa –donde se ubica Suruç- había dado marcha atrás y cancelado la orden emitida en la mañana del mismo día, en la que se prohibía la celebración de manifestaciones, marchas, concentraciones o reuniones “en toda nuestra provincia y en sus distritos” para evitar que un posible terrorista suicida aprovechara para cometer un atentado similar al del lunes.
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