Cazas de combate F-16 del ejército turco llevaron a cabo a última hora del viernes una segunda oleada de bombardeos sobre posiciones del grupo terrorista autodenominado Estado Islámico (IS) en Siria, según informaron varias cadenas de televisión turcas.
Al menos 20 cazabombarderos F-16 habrían participado en la operación, despegando en torno a las 23:00 horas del viernes (22:00 CET) de la base aérea en la ciudad suroriental de Diyarbakır. Además de bombardear objetivos del IS en Siria, medios turcos informaron que 9 de los cazas se dirigieron hacia el este para atacar cinco de los campamentos que el grupo terrorista Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) posee en los montes Kandil del norte de Irak. La operación pareció terminar a las 2:00 de la madrugada del sábado (1:00 CET) tras el regreso a la base de los últimos cazas.
Esta operación aérea a gran escala –una de las más importantes que las Fuerzas Aéreas Turcas han llevado a cabo en los últimos años- se produce después de que esta semana el PKK protagonizara varios ataques contra las fuerzas de seguridad, incluyendo el asesinato el miércoles en Şanlıurfa de dos policías mientras dormían en su vivienda, o la muerte el jueves de otro agente en una emboscada en Diyarbakır. Así mismo el IS, que el jueves lanzó un ataque contra la frontera turca matando a un soldado, estaría también detrás el atentado suicida que costó el lunes la vida a 32 personas en la ciudad fronteriza de Suruç.
Precisamente a la luz de los últimos acontecimientos, Turquía y Estados Unidos habrían acordado el despliegue de drones y cazas de combate de otros países miembros de la coalición internacional contra el Estado Islámico en territorio turco, incluyendo la estratégica base aérea de İncirlik (en la provincia de Adana). De esta forma Turquía, que también ejercerá a partir de ahora un rol activo en los bombardeos contra el IS, pasa a participar plenamente en la coalición impulsada por EE.UU.
Además de esta medida, y como parte de un acuerdo alcanzado entre los dos socios de la OTAN, Ankara y Washington habrían acordado también un plan cuyo objetivo sería limpiar la frontera turco-siria de militantes del Daesh, en lo que -según informó la prensa turca- ambos países habrían bautizado como “Zona Libre del IS”: una franja de territorio de 98 kilómetros de largo y 40 km de alto entre las localidades sirias de Mare (a unos 25 km al norte de Alepo) y Yarabulus.
El plan prevé –una vez eliminada la presencia de militantes del Estado Islámico en la zona- el despliegue de unidades del Ejército Libre Sirio (ELS) en el área, para evitar así que las milicias kurdas del PYD aumenten su área de influencia hacia el noroeste de Siria.
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