El gobierno turco anunciaba esta semana que el inicio del curso escolar 2015-2016, previsto inicialmente para el 14 de septiembre, se pospondría hasta el 28 de septiembre a petición de los representantes del sector turístico, que tratan así de intentar salvar una temporada que consideran está siendo nefasta este año por el descenso en el número de turistas que visitan el país.
Datos del propio Ministerio de Turismo y Cultura de Turquía revelan que 14,89 millones de turistas visitaron el país euroasiático en los primeros seis meses del año, un 2,25% menos que en el mismo período del año anterior, mientras que los ingresos por turismo también descendieron un 13,8% durante el segundo trimestre, según un reciente informe del Instituto Estadístico Turco (TÜİK).
Factores como la caída en picado del número de turistas rusos (a causa de la crisis económica en ese país), la coincidencia del Ramadán con los meses de junio y julio, la incertidumbre política creada tras las elecciones, o las preocupaciones sobre la seguridad que despiertan en los potenciales turistas los atentados de grupos como el PKK, son vistos por el sector como posibles causas de este descenso en el número de turistas.
Inicialmente, la iniciativa de posponer dos semanas el inicio del curso escolar partió de los alcaldes de varias localidades turísticas de la provincia de Muğla, al sur de la costa turca del Egeo, que pretendían así favorecer el turismo nacional al hacer que el fin del período de vacaciones estivales incluyese la Fiesta del Sacrificio (que este año se prolonga del 24 al 27 de septiembre), una de las festividades más importantes del calendario musulmán y durante la cual muchos turcos aprovechan para desplazarse a otras ciudades o tomarse unas vacaciones.
Posteriormente numerosas organizaciones del sector del turismo se sumaron a la petición, incluyendo la Asociación de Hoteles e Inversores Turísticos (TUROB). En declaraciones a la prensa hechas por su presidente, Timur Bayındır, éste afirmó que el número de turistas ha caído casi un 5% respecto al año pasado, unos datos que consideró “alarmantes”.
“También esperamos ver una caída espectacular en las cifras oficiales (de turistas) en julio y agosto. Según nuestras previsiones, Turquía cerrará el año con menos turistas en comparación con 2014; y con la actual situación, parece improbable que el descenso se limite a cifras de un sólo dígito”, advirtió Bayındır.
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