Un curioso e inusual suceso ocurrido en Ankara, llevó a un conductor a confundir una de las pistas de aterrizaje del aeropuerto internacional Esenboğa de la capital turca con una “bonita autopista”, obligando a los controladores a desviar varios vuelos hasta que el despistado chófer fue detenido.

El suceso tuvo lugar el 24 de julio pero no ha sido hasta esta semana cuando la prensa turca se ha hecho eco del mismo. Así, el diario turco Hürriyet informaba el jueves de cómo un hombre de 63 años de edad y cuya identidad no ha trascendido aterrizó en el aeropuerto Esenboğa en un vuelo procedente de Estambul; posteriormente el hombre se dirigió al parking del aeropuerto y allí recogió un vehículo marca Mercedes de color negro que había dejado estacionado, dispuesto a seguir su viaje en coche hasta la cercana provincia de Afyon.

El problema surgió cuando el individuo, al parecer debido a la confusión y al cansancio del viaje, tomó por error nada más abandonar el parking un desvío anexo que le llevó no a la autopista, sino hasta una puerta de protocolo utilizada exclusivamente por el Presidente de la República. Confundidos también al ver aparecer un coche de alta gama ante la entrada, curiosamente los guardias que custodiaban la puerta le dejaron pensar asumiendo que se trataba del presidente turco o de un coche de su séquito.

El despistado conductor cruzó el paso y se encontró accediendo directamente a la pista de rodaje (taxiway, en inglés) que utilizan los aviones nada más embarcar a sus pasajeros antes de tomar la pista de despegue principal. Pensando sin embargo que había abandonado el aeropuerto y que se encontraba ante una amplia autopista, el hombre continuó y no se detuvo hasta que vio a varios aviones despegando y aterrizando.

El incidente obligó al control del tráfico aéreo a declarar el estado de alerta y abortar por razones de seguridad varios aterrizajes, provocando retrasos en distintos vuelos. Finalmente el conductor detuvo su vehículo al percatarse de su error y fue detenido por la policía aeroportuaria, ante la cual justificó su confusión por su condición de diabético.

“Al principio pensé que se trataba de una autopista muy bonita. Luego me di cuenta de que era una pista de aterrizaje. Así que encendí mis luces de emergencia y esperé a que las autoridades (del aeropuerto) me sacasen de la pista de forma segura”, dijo el hombre en su declaración, tras la cual fue puesta en libertad. Los dos policías que abrieron la puerta de protocolo presidencial, y que declararon que lo confundieron con un “coche oficial”, han sido suspendidos de empleo temporalmente a la espera de que concluya la investigación.