En un veredicto considerado histórico y como una victoria de la libertad de expresión por parte de Turquía, la Corte Europea de Derechos Humanos (TEDH), también conocido como Tribunal de Estrasburgo, sentenció el jueves que Suiza violó el derecho a la libre expresión del político turco Doğu Perinçek cuando decidió condenarle por negar públicamente que los armenios sufrieran un genocidio en 1915.
El caso se refiere a una condena a prisión y a pagar una multa que la justicia suiza decidió imponer en 2007 –tras una demanda presentada por una asociación armenia local- al político turco Doğu Perinçek, líder de la formación nacionalista minoritaria Partido de la Patria (Vatan Partisi), acusado de “discriminación racial” tras haber pronunciado un discurso en el país alpino en el que negaba que las muertes de armenios durante las deportaciones ocurridas a finales de la I Guerra Mundial, en los años finales del Imperio Otomano, constituyesen un genocidio, algo que calificó como una “mentira internacional”. Perinçek pronunció estas palabras en Lausana, el mismo lugar donde se firmó en 1923 el tratado que fijó las fronteras actuales de Turquía.
En 2013 el atlo tribunal europeo ya sentenció que Perinçek estaba amparado por su derecho a la libertad de expresión al hacer aquellas declaraciones, pero la resolución fue apelada por las autoridades suizas. Sin embargo en su dictamen publicado el jueves, los 17 magistrados de la Gran Sala de la Corte de Estrasburgo concluyeron sin embargo que “no es necesario, en una sociedad democrática, someter al Sr. Perinçek a un castigo criminal para proteger los derechos de la comunidad armenia”. Además los jueces señalan que las palabras del político turco “no constituyeron una incitación al odio o a la intolerancia” y versaron por el contrario sobre “un asunto de interés público”.
En su resolución, el TEDH hace además una distinción entre la negación del supuesto genocidio armenio y la negación del Holocausto, señalando que éste último goza de sólidas evidencias históricas y que por sus circunstancias sí puede ser visto como una forma de incitación al racismo. Además los jueces subrayan que no existe ninguna obligación internacional legal para que Suiza persiga este tipo de declaraciones, añadiendo que “los tribunales suizos parece que censuraron al Sr. Perinçek simplemente por expresar una opinión que difería de las establecidas en Suiza, y la interferencia con su derecho a la libertad de expresión tomó la importante forma de una condena criminal”, lo que en suma –recalcan- supone una violación del Artículo 10 de la Convención Europea de Derechos Humanos.
Armenia, que había solicitado presentarse en la causa ante Estrasburgo como acusación particular, estuvo representada en el proceso por un equipo legal que incluía a la abogada Amal Alamuddin Clooney, esposa del conocido actor George Clooney, y que alegó en su día que el TEDH no había tenido en consideración los documentos presentados por Armenia en relación a los acontecimientos ocurridos en 1915.
Turquía considera el veredicto una victoria de la libertad de expresión
En declaraciones a la prensa tras conocer el fallo, Perinçek se felicitó por su victoria ante la máxima autoridad judicial en Europa en relación a la defensa de los derechos humanos y libertades fundamentales, calificando la sentencia de “histórica”.
“Esta es una sentencia histórica. Esta decisión no es sólo sobre una simple disputa legal, es sobre la defensa de Turquia”, dijo el político nacionalista turco, quien había apelado ante el alto tribunal europeo en 2008.
Por su parte en un comunicado dado a conocer por el Ministerio de Asuntos Exteriores de Turquía, Ankara subrayó que la resolución sienta un importantísimo precedente y “una respuesta a la explotación de la historia y la ley por motivos políticos”.
“Basándose en los principios de la democracia y la ley, consideramos la sentencia como un aviso muy fuerte contra todos los esfuerzos para imponer las acusaciones de ‘genocidio’ como la única y absoluta verdad, junto con los intentos y prácticas que incluso prohíben cuestionarlo. La sentencia registra el hecho de que los parlamentos y líderes políticos no son competentes para reescribir la Historia más allá de sus competencias”, decía el comunicado dado a conocer desde Ankara, que insiste también –como apunta Estrasburgo en su fallo- en que “de ninguna forma es posible comparar lo que ocurrió en 1915 con el Holocausto”.
“La sentencia constituye una significativa victoria legal desde el punto de vista de la democracia, la libertad de expresión, los derechos humanos y la política que Turquía ha seguido en los últimos años con paciencia y moderación, en relación a los sucesos de 1915. Según el veredicto, los sucesos de 1915 son una cuestión que puede ser sujeta a legítimo debate, y las diferentes opiniones relativas a lo que ocurrió durante aquella época están bajo la protección de la libertad de expresión”, añadió el ministerio de exteriores turco.
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