Las Fuerzas Armadas Turcas divulgaron el miércoles una grabación en la que se muestra cómo la comandancia aérea alertó en repetidas ocasiones al caza ruso que desviara su rumbo incluso antes de acercarse al espacio aéreo turco, contradiciendo así la versión rusa de que los pilotos no fueron advertidos antes de que su avión fuera abatido.
En el audio de la grabación, puede escucharse al centro de coordinación de la Comandancia de la Fuerza Aérea Turca con base en Diyarbakır –al sureste de Turquía- alertando repetidamente a una aeronave “desconocida” de que se está acercando al espacio turco y que debe virar de manera inmediata si no quiere afrontar medidas de defensa.
“Unknown air traffic position onto Hmeymim 020, redirect to 26 miles. This is Turkish Air Force speaking - en garde. You are approaching Turkish airspace. Change your heading south immediately”, dice una voz en inglés dirigiéndose al avión.
Traducido: “Posición de tráfico desconocido sobre Hmeymim 020, desvío a 26 millas. Habla la Fuerza Áerea Turca, en posición defensiva. Se está aproximando a espacio aéreo turco. Cambie su curso al sur inmediatamente”.
Se trata de una de las 10 advertencias que a lo largo de cinco minutos el centro de Diyarbakır realizó al avión SU-24 de la fuerza aérea rusa, antes de que fuera derribado por dos cazas F-16 del ejército turco en misión de patrulla fronteriza.
La agencia de noticias Anatolia difundió otro audio en el que se escuchan varias advertencias, al principio de forma calmada y finalmente en un tono más imperativo después de que pasasen los minutos y el “tráfico desconocido” siguiese sin responder. “Le habla la Fuerza Aérea Turca, en estado de alerta. Se aproxima al espacio aéreo turco, cambie su rumbo al sur inmediatamente”, se oye nuevamente en inglés.
Ambas grabaciones corroborarían la versión difundida por las Fuerzas Armadas Turcas (TSK) y respaldada por otros datos registrados por la OTAN de que el SU-24 no sólo no respondió a las reiteradas advertencias para cambiar su ruta, sino que además el ejército turco desconocía la nacionalidad u origen del avión cuando procedió a abatirlo, tal y como volvieron a insistir el miércoles las TSK en un comunicado. El SU-24 es un caza de origen soviético usado también por la fuerza aérea siria.
Esta versión contradice sin embargo las declaraciones aportadas por el piloto superviviente –rescatado posteriormente por helicópteros rusos al noroeste de Siria- y difundida por agencias de noticias rusas, en las que éste afirmó que no recibieron ninguna advertencia previa al ataque y por tanto no pudieron siquiera defenderse. Rusia insiste además, en línea con las declaraciones del piloto, en que sus registros de radar corroboran que el avión no violó el espacio aéreo de Turquía.
El suceso del martes llega tras toda una serie de incidentes que se han repetido en los últimos años en los que cazas rusos se han internado en el espacio aéreo de Turquía o se han aproximado de forma peligrosa, acciones que se han registrado también en otros lugares como el Báltico o el Mar del Norte, según ha denunciado la OTAN.
Antes del derribo del SU-24 el último incidente grave tuvo lugar el pasado 5 de octubre, cuando Ankara convocó de urgencia al embajador ruso después de que un caza SU-30 se internara casi un kilómetro y al menos en dos ocasiones también en el distrito de Yayladağı de la provincia fronteriza de Hatay, prácticamente en el mismo lugar donde fue abatido el 24 de noviembre el caza ruso.
En aquel entonces Turquía ya advirtió que Rusia sería considerada responsable de “cualquier incidente no deseado” que se produjera en el futuro si se repetía una violación de su soberanía, recordando sus reglas de confrontación que consideran hostil a cualquier aeronave procedente de Siria. Moscú por su parte se disculpó por el incidente y aseguró que no volvería a repetirse.
El miércoles, el presidente turco Recep Tayyip Erdoğan reiteró que su país no tiene “ninguna intención” de avivar las tensiones con Rusia e insistió en que Turquía sólo está defendiendo su soberanía. “La única razón por la que un incidente así no ha ocurrido antes ha sido por la buena fe de Turquía y por su contención. Turquía no está a favor de la tensión, la crisis o la hostilidad”, dijo Erdoğan.
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