El Partido Democrático del Kurdistán (KDP), liderado por el actual presidente del Gobierno Autónomo Kurdo del norte de Irak (KRG, por sus siglas en inglés), Masud Barzani, acusó a la denominada Unión de Comunidades del Kurdistán –un movimiento político vinculado al grupo terrorista PKK- de arruinar y sembrar el caos entre los kurdos de la región.
“El KDP está acostumbrado a las declaraciones del KCK que buscan socavar su reputación”, informaba el martes en un comunicado el KDP, que con una ideología conservadora-nacionalista es el partido mayoritario en el parlamento del Kurdistán iraquí con sede en Arbil.
En el comunicado, que contenía fuertes críticas contra la KCK, el KDP cuestionó los fines últimos de este grupo, acusándolo de acarrear únicamente problemas a los kurdos con sus acciones. “Si en realidad no tenéis una enemistad contra Turquía, ¿por qué no resolvéis vuestros problemas con Turquía?”, se pregunto el KDP, para el que las políticas que trata de implementar el brazo político del PKK sólo llevan la inestabilidad a las zonas donde viven los kurdos.
En este sentido, el KDP afirmó que el PKK (siglas de Partido de los Trabajadores del Kurdistán, un grupo armado incluido en la lista de organizaciones terroristas de la UE) ha llevado a la ruina a cientos de poblaciones kurdas, obligado a sus habitantes a huir de sus casas, e impedido que el Gobierno Autónomo Kurdo proporcionara servicios a las áreas donde el KCK tiene presencia.
Estas declaraciones se producen en medio de la nueva ola de ataques iniciada el pasado mes de julio por el PKK en Turquía tras dos años de teórica tregua a instancias de su líder histórico, Abdullah Öcalan, que cumple cadena perpetua desde 1999 en la isla-prisión de İmralı. Desde entonces cientos de miembros de las fuerzas de seguridad turcas y civiles han muerto en acciones armadas del grupo.
En respuesta, el gobierno turco ha intensificado sus operaciones especialmente en el sureste de Turquía y bombardeado los campamentos que el PKK tiene ocultos en los montes del norte de Irak fronterizos con Turquía, donde las autoridades kurdo-iraquíes apenas tienen un control meramente nominal.
En el marco de estas operaciones, desde hace días el gobierno turco mantiene un toque de queda en los distritos de Cizre y Silopi de la provincia fronteriza de Şırnak, ubicada en el extremo sureste del país y limítrofe son el norte de Siria e Irak, donde los enfrentamientos armados entre el PKK y sus grupos afines con las fuerzas turcas que tratan de restablecer la seguridad en esas zonas han obligado a huir a miles de residentes de sus hogares.
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