Gülşen Yıldız, una reportera turca de 32 años de edad, es una de las ocho víctimas civiles de los 28 muertos que dejó el atentado con coche bomba que sacudió el miércoles por la tarde el centro de Ankara, según ha confirmado la cadena de televisión para la que trabajaba.

Yıldız trabajaba desde hace cuatro años realizando reportajes para la pequeña cadena Tarım TV, vinculada al Ministerio de Agricultura y Alimentación. Uno de los compañeros de trabajo de Yıldız que se encontraba junto a ella en el momento de la explosión del miércoles confirmó que había resultado herida de gravedad en el atentado.

“Todo ocurrió en un instante. Cuando se produjo la explosión, me examiné a mí mismo y a la gente de mi alrededor, y comencé a ayudar a los heridos. Vi primero a Gülşen, y estaba herida grave. Sangraba por su oído. Aún tengo esa imagen ante mí”, explicó en declaraciones a la agencia de noticias Anatolia.

Otra compañera de trabajo de la fallecida, Nigar Polat, se mostró conmocionada por la muerte de Yıldız, que falleció poco después de ser trasladada al hospital en ambulancia pese a los esfuerzos de los médicos por salvarla. “Gülşen era una persona sonriente que daba energía positiva a todo el mundo. Intentaba ser positiva, y era generosa. Lloró mucho tras el peor atentado terrorista de Turquía en la estación de tren de Ankara (en octubre de 2015), y no pudo recomponerse. El terrorismo acabó con su vida”, dijo Polat.

La televisión donde trabajaba Yıldız muestra estos días en la página principal de su web un video con música que recoge algunos de los mejores momentos de la reportera durante su trabajo en la cadena.

Los restos mortales de la fallecida fueron enterrados el jueves en una ceremonia íntima en su localidad natal del distrito de Elbistan, en la provincia de Kahramanmaraş, entre grandes muestras de dolor de sus familiares.