Las operaciones de las fuerzas de seguridad turcas contra la presencia de militantes del grupo terrorista Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) en la provincia fronteriza de Şırnak, ubicada en el extremo sureste de Turquía, fueron dadas por concluidas el martes con la finalización de los enfrentamientos en el distrito de İdil, situado al oeste de la provincia y fronterizo con Siria.
19 miembros del PKK fueron abatidos a última hora del martes en İdil, último día de las operaciones antiterroristas en esta localidad turca, donde a lo largo de 20 días de toque de queda por los enfrentamientos entre fuerzas especiales turcas y militantes del grupo armado fueron abatidos 144 miembros de la organización, retiradas 175 barricadas y 56 trincheras colocadas para impedir el acceso de las fuerzas de seguridad, y confiscadas 47 armas de largo alcance, 5 lanza-cohetes y 144 granadas. Además se han desactivado o detonado de forma controlada 398 artefactos compuestos en total por 11 toneladas de explosivos (ver video).
El miércoles por la tarde el ministro del Interior turco Efkan Ala anunciaba también el fin de las operaciones contra el PKK iniciadas a principios de diciembre en el distrito de Sur, que abarca el centro histórico de la ciudad de Diyarbakır, en el sureste de Turquía, como parte de la campaña iniciada entonces para poner fin a la presencia de miembros armados del PKK en zonas urbanas del sureste de Turquía y retirar cientos de barricadas y trincheras excavadas en las calles por la organización, que en julio de 2015 anunció unilateralmente el fin de la tregua proclamada dos años antes por su líder histórico, Abdullah Öcalan. Se calcula que 264 militantes del PKK han muerto y 345 explosivos han sido desactivados en Sur en la que ha sido la operación más larga en la región, donde las fuerzas de seguridad turcas han tenido que combatir calle por calle en un barrio histórico de casas viejas y callejuelas estrechas.
Desde diciembre se estima que 290 miembros de las fuerzas de seguridad turcas y 1.250 terroristas han muerto en las provincias de Şırnak, Diyarbakır, Mardin y Muş, donde según datos presentados por el Ministerio del Interior al parlamento turco a mediados de febrero, un total de 2.040 barricadas y trincheras han sido retiradas, 2.313 artefactos explosivos han sido desactivados, y 830 fusiles, ametralladoras y rifles de francotirador han sido confiscados en los distritos de Silvan, Varto, Derik, Dargeçit, Sur, Cizre y Silopi.
A principios de marzo el primer ministro turco Ahmet Davutoğlu visitó por sorpresa el distrito de Silopi –en la provincia de Şırnak- tras el fin de las operaciones contra el PKK en la zona, donde prometió ayuda inmediata del Estado a los residentes damnificados por los combates que dejaron 136 miembros del grupo terrorista muertos desde el inicio de las operaciones el pasado 15 de diciembre. Davutoğlu anunció también otras medidas como proporcionar viviendas nuevas a los afectados, una línea de créditos para revitalizar la economía de la zona, y un proyecto de transformación urbanística completa en el distrito.
Según datos proporcionados el pasado 11 de febrero por el ministro del Interior durante el anuncio del fin de las operaciones en el distrito de Cizre, donde 619 miembros del PKK fueron abatidos en 59 días de combates, el Estado turco había proporcionado entonces indemnizaciones por valor de 3.439 millones de liras (unos 1.080 millones de euros) a la población civil afectada por las operaciones antiterroristas en la región sureste de Turquía. Sólo en Cizre y según datos proporcionados por el gobernador local, las fuerzas de seguridad turcas desactivaron 1.409 artefactos explosivos y retiraron 708 barricadas y 263 trincheras durante 78 días de enfrentamientos bajo el toque de queda.
El mismo día en que Ala anunciaba el fin de las operaciones en Cizre, el ministro de Educación turco Nabi Avcı informaba que sólo en 2015 su ministerio hubo de destinar 100 millones de liras –unos 31 millones de euros- a reparaciones en “casi 400 colegios” dañados en enfrentamientos con el PKK o directamente atacados por el grupo, que los considera parte del “instrumento propagandístico” del Estado. Por su parte el ministro de Salud Mehmet Müezzinoğlu indicó que al menos cinco miembros del personal sanitario han muerto y 30 ambulancias han sido atacadas desde el inicio de las operaciones contra el PKK en el sureste.
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