El Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP), la formación política que ostenta el gobierno de Turquía y la mayoría absoluta en el parlamento, podría celebrar un congreso extraordinario en las próximas semanas en el que el actual primer ministro y líder del partido, Ahmet Davutoğlu, no se presentará a la reelección, según informaron el miércoles varios medios de comunicación turcos.

La noticia fue difundida por responsables del propio partido que hablaron a la prensa bajo condición de anonimato –por no estar autorizados a realizar declaraciones- tras una reunión crucial celebrada el miércoles entre Davutoğlu y el presidente turco –y antiguo líder del partido- Recep Tayyip Erdoğan en el palacio presidencial de Ankara; el encuentro, que se prolongó durante más de hora y media, fue convocado en medio de crecientes rumores que venían circulando en medios de comunicación y redes sociales sobre importantes desacuerdos entre ambos líderes políticos.

Las mismas fuentes del partido citadas por la prensa turca señalaron que la decisión de que Davutoğlu no concurra a la presidencia del partido se habría tomado durante la reunión celebrada en Ankara con Erdoğan. La fecha del congreso extraordinario podría ser tan pronto como el próximo 21 de mayo, y en cualquier caso no más tarde del 6 de junio, cuando se inicia el ayuno por el mes sagrado del Ramadán, de acuerdo a los responsables del AK Parti citados por medios locales.

Este jueves está previsto que Davutoğlu convoque una rueda de prensa que podría tener lugar tras una reunión anunciada para el mismo día por la mañana con miembros de la Ejecutiva Central del partido (MYK, por sus siglas en turco) para fijar la fecha del congreso extraordinario.

En los últimos días varios insistentes rumores habían sugerido la posibilidad de que el actual primer ministro, quien fuera responsable de política exterior bajo la etapa en la que Erdoğan fue primer ministro, podría presentar su dimisión, especialmente después de que el martes Davutoğlu asegurase que si fuera necesario no dudaría en “abandonar cualquier cargo que muchos podrían pensar que un mortal no podría dejar”.

Davutoğlu pronunció estas curiosas palabras en la reunión semanal habitual con diputados de su partido en la Asamblea Nacional, durante un discurso de sólo 26 minutos: el más corto que ha pronunciado hasta la fecha como líder del AKP. Unos días antes, el 29 de abril, el Comité Central y la Junta Directiva del AKP, dominada por partidarios de Erdoğan, decidió retirar la autoridad a Davutoğlu para designar a responsables provinciales del partido.

La decisión fue vista como un golpe de autoridad contra el actual líder del AKP, dado que la potestad de designar a los líderes provinciales había sido ostentada por Erdoğan como presidente –y uno de los fundadores- del partido desde 2002, un año después de la creación del AKP. La medida habría sido adoptada, según publicaron algunos medios, después de que Davutoğlu rechazara las recomendaciones del propio Erdoğan.

La noticia de una posible crisis interna en el partido que gobierna Turquía desde hace más de una década, y los rumores sobre una dimisión del actual primer ministro, llevaron a la lira turca a perder hasta un 5% de valor frente al dólar y el euro en los mercados, inquietos ante la expectativa de una inestabilidad política apenas siete meses después de las últimas elecciones generales en el país.

Desde que Ahmet Davutoğlu asumiera oficialmente en el congreso del AKP de agosto de 2014 la dirección del partido –después de que días antes el propio Erdoğan le escogiese para sucederle como primer ministro tras las primeras elecciones presidenciales celebradas en Turquía- su liderazgo y su papel en el partido ha sido muy cuestionado, especialmente a raíz de los pobres resultados que el partido obtuvo en las elecciones de junio de 2015, las primeras en las que Erdoğan no encabezó la lista del AKP.

De hecho la mayoría absoluta que el partido recuperó el pasado 1 de noviembre llegó tras una muy cuestionada intervención en campaña del ya Presidente de la República, al que la oposición criticó duramente por no cumplir con el rol de imparcialidad que requiere su cargo. Varios analistas políticos consideran que pese a que Erdoğan abandonó oficialmente el liderazgo del partido en 2014 es él quien sigue moviendo los hilos en el AKP.

Las tensiones entre ambos líderes por reafirmar su posición en el partido, junto con la insistencia de Erdoğan y sus partidarios por imponer un sistema presidencial “de facto” en detrimento de los poderes del primer ministro, habría acentuado las divisiones entre partidarios de uno y otro en el AKP que habrían llevado a la actual situación.