Los detalles que van saliendo a la luz acerca de la enorme explosión ocurrida en la noche del jueves en una aldea a las afueras de la ciudad de Diyarbakır, en el sureste de Turquía, confirman no sólo que el incidente fue provocado por un camión bomba que militantes del grupo terrorista PKK preparaban para cometer un gran atentado en la zona, sino que los habitantes del pueblo se enfrentaron a ellos para impedírselo.

Según las últimas informaciones publicadas por medios turcos citando fuentes de la investigación y de la oficina del gobernador de la provincia, 4 personas murieron y otras 23 resultaron heridas a consecuencia de la explosión, que dejó además un cráter enorme de 40 metros de diámetro por 5 metros de profundidad. Otras 15 personas están dadas por ahora como desaparecidas. Pero la principal novedad es que la explosión fue provocada después de que los propios habitantes del pueblo se enfrentaran a los militantes del PKK cuando éstos intentaban atravesar la localidad para atentar contra un cuartel cercano.

“Se cree que una camión volquete cargado de explosivos fue detonado en (la zona de) Dürümlü por miembros de la organización terrorista (PKK) después de que fuera perseguido por aldeanos (de la zona) como resultado de una discusión entre los militantes y los aldeanos mientras el camión atravesaba la aldea de Tanışık”, informó el viernes el gobernador de Diyarbakır , añadiendo que cuatro lugareños que seguían el camión resultaron muertos en la explosión, que tuvo lugar hacia las 22:30 hora local a unos 20 km al norte de la capital de la provincia. Inicialmente las informaciones de algunos medios sugirieron por el contrario que los fallecidos eran miembros del propio PKK.

Desde la madrugada del viernes los habitantes de Tanışık trataban de buscar y recoger restos humanos de las víctimas de la tremenda explosión, que pudo escucharse en varios kilómetros a la redonda. Según las últimas noticias, el objetivo sería un cuartel de la gendarmería próximo a la aldea, para lo cual el camión bomba había sido llevado por los militantes del PKK hasta esta localidad por ser la población más cercana al lugar planeado para el atentado.

De acuerdo a los testimonios e informaciones recogidos tras el incidente, el conductor del camión intentó aproximarse hasta en dos ocasiones al cuartel pero por razones desconocidas abortó en ambas ocasiones la operación; la presencia del vehículo y sus extraños movimientos despertaron finalmente la atención de los habitantes locales, que intentaron averiguar sus intenciones y finalmente acudieron armados a bloquear el paso al camión, cortándole la vía con dos coches.

Seguidamente se inició una discusión entre los aldeanos y el conductor, que alegó en un primer momento que se había perdido; sin embargo y ante la desconfianza de los lugareños, el conductor sacó finalmente un arma y les amenazó diciéndoles que se trataba de un ataque planeado por el PKK y que no debían intervenir, llegando a disparar varias veces como advertencia.

A continuación se produjo un intercambio de disparos en el que varios aldeanos resultaron muertos o heridos intentando impedir que el camión continuara su camino, mientras otros alertaban a la gendarmería de la situación. Finalmente los explosivos a bordo del camión estallaron produciendo una enorme onda expansiva que destrozó cuerpos y casas en decenas de metros a la redonda, al parecer cuando una de las balas disparadas impactó en el detonador de la bomba.

“Pensamos que había llegado el fin del mundo”, dijeron el viernes en declaraciones al diario turco Hürriyet los habitantes de Tanışık, que compararon la luz producida por la gigantesca explosión con la de la luz del amanecer. “Sabemos que cuatro personas han muerto, muchos familiares nuestros. Hay 15 desaparecidos. Enterraremos hoy los cuerpos”, añadieron.